Poema de José Luis Benítez













BEBER A SOLAS

Escanciar el vino, la corona azul.

Tú no estabas a mi lado...

para festejar la abundante cosecha.

Terminar de apurar el líquido

y entonces me alerté, sentí miedo

y volví para atrás de la memoria fallida.

Todas las posibilidades se veían iguales,

una vez tamizadas por la criba inviolable

del tiempo amigo que se dejó absorber.

De las muchos fantasías, tu apareciste tumbada

sobre un lecho mullido de tu recreada imagen,

recostada no lejos de mí, bastante sorprendido.

Miré por el ventanal hacia la casa adivinada

en lontananza asándose bajo los rayos del sol,

pero la puerta de cal y tierra permanecía cerrada.

Me sentí rico, poderososo y agradecido

al destino por la suerte de acompañarte

en el transcurrir penoso de las horas que nunca

vuelven a sonar, aquellas que se suceden como olas

que expiran en el infinito de los sueños.

Mar, sueños, olas; rayos, luna, amor...

palabras que nombran hechos no vividos.

No entendía nada de cuanto a mi alrededor

se sucedía que me hiciera sin intervalos

recapacitar aquel extraño momento

de incierta luminosidad. El calor sofocante

se colaba por el ventanuco junto al polvo

del camino ardiente fundido sobre la cama.

Sólo empañaba la felicidad de mi corazón

la amenaza siempre posible de aquel eterno

rival agazapado en lo más recóndito

de las sombras que poblaban los recuerdos.

Ese fiero enemigo que mora eternamente

en la imaginación de todo aquel

que se sabe amado a pesar de ello.

La cancela de la casa se entreabrió del moho:

nadie asomó su rostro de fantasma...

Y decidí mejor seguir bebiendo, aun sin ti,

y reconocer la dicha del ser consciente

de mi buena fortuna.


José Luis Benítez


Poema de Manoli Sánchez













REINA DE SABA

Soy nudo puro y duro de tu cuello

sujetando el lunar de tu corbata,

la giba sufridora del camello

que transporta la carga más barata.


Del pecho, tu dorado escapulario,

en el anverso amante de los jueves,

por el reverso orante del rosario,

telón de anuncio en misa de las nueve.


Silente, charlatana o novedosa,

si el lugar de reuniones lo requiere,

amiga, concubina o buena esposa.


El caso es ser botón de tu bragueta

y, aunque soñé que era reina de Saba,

me moriré con medias de calceta.


Manoli Sánchez


Poema de Emilio Sánchez











¿Qué soy viejo? ¡Lo sé!

Lo dice el calendario cruel,

Pero lo que no dice, niña,

es que tengo el corazón tan grande

que lo pongo a tus pies.


Niña de los pechos duros

Y los sentimientos tiernos,

Acepta mis pobres requiebros

y déjame que bese con fervor

cada pliegue de tu cuerpo.


Niña, se compasiva con él

y dale una limosnita de amor

que por culpa de otra mujer

se le ha partido el corazón.


Con él se compasiva, niña

Y sigue dándole limosnita

Veras como poco a poco

la angustia toda se le quita.


Niña, sigue siendo compasiva

Y reparte de amor más limosnita

Que no tengo roto el corazón;

me estoy muriendo de envidia.


Emilio Sánchez


En memoria del insigne actor melillense César Jiménez














El 13 de Junio de 1936, en el número 10 de la calle General Marina de Melilla, nace Antonio César Jiménez Segura, que años después, será conocido por nuestra ciudad con el nombre de César Jiménez.
Cursa sus estudios primarios y de bachiller en el colegio La Salle El Carmen y en el antiguo y único Instituto de Enseñaza Media con el que por entonces contaba Melilla.
Desde su niñez se destacó por el amor hacia el mundo del espectáculo, llegando a tener actividad en múltiples terrenos; desde el ilusionismo, donde creó el personaje del Mago Lupán y posteriormente el Profesor Rasec, que le supusieron los Grandes Premios Extraordinarios en distintos concursos, pasando por la radio, el circo, la canción lírica y melódica, la pintura, la televisión y, por encima de todo, el Arte de Talía, el Teatro, en el que se volcó con toda su pasión. Rara era la actividad artística celebrada en Melilla donde César no estuviera presente, trabajando y colaborando siempre de forma altruista allá donde se le necesitara.
Excelente actor y muy apreciable tenor, se formó en la música bajo la dirección del inolvidable Don Manuel Macías y en el Teatro en el cuadro Artístico de Educación y Descanso, que por entonces dirigía Don Luís Pérez Gutiérrez. Desde la zarzuela a la comedia le valieron para velar sus primeras armas, que luego ya desarrollaría como profesional en importantes compañías teatrales nacionales y otras más modestas, con las que recorrió España entera, trabajando con los mejores actores de su tiempo, que fueron para él una auténtica escuela donde aprendió todo lo concerniente al Teatro.
Si como actor fue grande, no desdeñaba César nada que estuviera relacionado con la escena: figurinista, escenógrafo, maquillador... él cuidaba cada detalle con gran ilusión y profesionalidad. De ahí nacieron sus grandes dotes como director, pues todo lo sabía y a todo se aplicaba con entusiasmo.
Tras una etapa de ocho años en la Península, por razones de familia regresa a Melilla, donde funda en 1966 la Agrupación Artística Tallaví, su gran obra cultural que dio cabida a varios centenares de melillenses que debutaron bajo la dirección de César y ofreció a Melilla muchas decenas de obras, desde sencillos y cómicos sainetes hasta los grandes clásicos del teatro griego, siempre con éxito entre los conciudadanos.
El Teatro fue su vida, su única pasión y su mayor vocación. En cierta ocasión expresó su deseo de ser enterrado con un libreto de teatro; voluntad que se cumplió y hoy sus cenizas descansan junto al último libro teatral que tuvo en sus manos.
Falleció en Madrid, el 28 de septiembre del año 2000.
Melilla, a través de sus representantes municipales, le dedica cada año un Memorial de Teatro y un Certamen de Teatro Escolar. También tiene dedicada una calle en la nueva urbanización de la explanada de San Lorenzo.
Una original escultura, obra de Mustafa Arruf le recuerda en pleno centro de la Ciudad, gracias a la iniciativa del Gobierno de la Ciudad Autónoma, causando la admiración de propios y visitantes, que se fotografían junto a ella en recuerdo de su paso por nuestra tierra.
César Jiménez fue nombrado Miembro de Honor de la Unión Nacional de Escritores tras su fallecimiento.
La Unión Nacional de Escritores de España quiere recordar con este artículo, escrito por el hermano del actor, Amalio Jiménez, a quien fuera una de las figuras más insignes de la cultura melillense.
Mañana, día 28 de septiembre, se cumplirán once años de su fallecimiento.

Poema de Ana María Rodríguez Melguizo











LLORA GRANADA

Granada llora en silencio

de pena como una loca

porque corren malos tiempos

y hay que callarse la boca.

Pero ya se ocupa el viento

cuando las esquinas dobla

de gritarlo a viva voz

por toda Granada, toda.

La nieve del Mulhacén

hoy se derrite en cascadas,

pues éste, desde su altura

pudo ver lo que pasaba.

En la misma plaza Nueva,

en la iglesia de Santa Ana,

una mujer de rodillas

reza al cielo una plegaria.

Al Cristo de los Favores

se le derrama una lágrima,

gitanos del Sacromonte

bailan llorando una zambra.

Y el viento sigue gritando,

gritando que no se calla,

porque hasta él siente vergüenza

de lo que anoche pasara.

Y llora la Alcaicería,

la plaza de Bib-Rambla,

la cuesta de Gomeres,

el Albaizín y la Alhambra.

Y lloran todas las calles

por las que él paseaba

enamorado de veras

de su preciosa Granada.

Granada llora en silencio

de pena como una loca,

le mataron a su hijo

Federico García Lorca.


Ana María Rodríguez Melguizo

(A Federico García Lorca)


Poema de Antonio García Siles











POSTURA DE ENCUENTRO

El fénix de su corazón

renace de sus cenizas

y remonta el vuelo

que le hace inalcanzable

para las zafias sombras

que como títere lo poseían.


El despliegue de sus alas

agita los sentimientos

que mecidos por el viento

se depositan en la oscuridad

de la que nace su sufrimiento

para retornarlo en amor.


Deja atrás la creencia

de ser un caso perdido

realzando su espíritu

desde la transformación

de su interior herido.


Ahora ya no hay corazas

las han roto sus latidos

que retumban en el silencio

con cánticos de victoria

dando a su alma ritmo.


Antonio García Siles


Presentación del poemario "Versos de Vida y Verdad"















Marcelino Menéndez González y Juan A. Pellicer son los autores del libro “Versos de Vida y Verdad” que se presentará el viernes 30 de septiembre, a las 20:00 horas, en el Salón de Actos de la Obra Social de la CAM, en Murcia.
Los dos autores, miembros de la Unión Nacional de Escritores de España y Pellicer delegado de esta asociación en la Comunidad de Murcia, se unen en este nuevo proyecto literario donde la emoción se deja ver y sentir en los diecisiete poemas que cada uno incluyen entre sus páginas.
La presentación será realizada por Juan Tomás Frutos, quien ha realizado el prólogo.

Poema de Pilar Baixeras











COMO UN POTRILLO

Como un potrillo inquieto,

galopabas por la vida,

sin que nada ni nadie que te atará.


Como un potrillo inquieto fuiste creciendo;

solo la caricia de una mano

amiga, domaba tus ansias,

de libertad alocada…

la vida te fue enseñando poco a poco, y cedió tu espontaneidad,

hasta que aprendiste a tratar con calma.


El amor había realizado en ti,

con la caricia de una mano amiga,

una total mudanza.

Mi potrillo domado por el amor,

sigue trotando…

la libertad es tuya, la tienes

ganada.


Pilar Baixeras


Poema de Manuel La Parra Ripio













SUBLIMES

Son los pasos hacia el destierro permanente

los que inconscientemente nos llevan al tiempo,

a ese tiempo que comienza y nos envejece

y encima le agradeces con múltiples parabienes;


¡Su crueldad!


Sin darle la culpabilidad metafísica que el tiene

¡Todo!, por un amor cuan satisfacción aleatoria,

en la que sin intervenir tú, das la respuesta

si tienes la suerte luego de poder decir de ella;


¡Vivo!.


Y a pesar de tanta incongruencia juzgada

agradeces a un amor, aquel que te ha desarrollado,

tu propia existencia terrenal; después, miraras atrás.


Aun sublimado, veras pasar el tiempo sin sentirlo

aunque te creas crecido, unas veces admirado,

otras, desterrado de algunos cariños humanos;


sólo tendrás besos, lametazos de un peludo contento.


POSADOS

Pienso y reposado me pregunto

si merece hoy por hoy, pensar;

volando mis lucubraciones junto

a los deseos íntimos, sin tensar

la moral del antaño presunto,

responsable en manera de constar

y ser en vida lo que no era espanto

de convivencia en cuarto de estar,

donde la charla era el encanto

de una familiar vida sin instar

a la vorágine de liberal boato,

que ha ido modificando el pintar

de un cuadro de realismo exacto

en la imagen única que sin ilustrar,

era naturaleza y complemento

de aquellas muchas en aguantar

la educación con familiar instinto,

que de lenguas hacían bienestar

de social y público entendimiento

mientras el hogar era elogiado altar,

cuan pedestal de mejor momento

familiar y tribal que, sin espantar

la idea de la unidad como elemento,

conversador de tradiciones por constatar

que la unidad es fuerza y encanto

de una raza, que por conquistar,

fue y es, de Cervantes Instituto.


Manuel La Parra Ripio


Poema de Carmen Carrasco













LA PRINCESA AFRICANA

A Melilla, mi querida Princesa Africana,

en su aniversario.


Érase una vez una hermosa princesa africana

bañada por las azules aguas de un mar en calma,

dorada por los rayos de un ardiente sol,

y acariciada por dos vientos

que juntos la arrullaban dulcemente,

noche y día, con su eólico cantar:

el recio viento de poniente,

nacido de la tierra,

y el suave viento de levante,

surgido de la mar.

Desde su fortaleza, solitaria,

contemplaba cuanto veía en derredor.

Era feliz desde su altura,

y dueña y satisfecha de sí misma

se sentía inexpugnable. Segura.

Pero no conocía el amor.

Su corazón, virgen a ese tierno sentimiento,

aún no tenía dueño.

Y la bella princesa soñaba con un héroe

que, al igual que en los cuentos,

viniese a despertarla de su sueño

con un ardiente beso de pasión.


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Un primer pretendiente,

llegado de lejanas tierras,

vino a rendir de amores

a nuestra gentil princesa.

“Mi bella dama, soy fenicio.

Y vengo desde mi patria en mis barcos ligeros,

cargados de ánforas,

con ricas mercancías para ti:

telas de púrpura, chales de cachemir,

perlas de Ormuz. Joyas resplandecientes

que hacen palidecer

con sus reflejos a la misma luz.

Quiero ser tu dueño, Rusadir.

Te convertiré en reina fenicia

y yo seré un esclavo para ti”.

La princesa admitió halagada su cortejo,

e indolentemente

se dejaba querer por el fenicio.

Pero al cabo de un tiempo, su joven corazón

le dijo que aquel rico navegante

no estaba destinado para ser su dueño.

Y el fenicio partió allende los mares.

Y nuevamente se vio sola

la princesa Rusadir ante sus sueños.


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Un segundo aspirante, un invicto romano,

atraído por su belleza y donosura,

recorrió el Mare Nostrum conquistado

con sus barcos cargados de victorias

y su frente coronada de laureles.

Y al son de las trompetas

y cien imperiales águilas al viento,

desembarcó en sus costas, cual triunfante Marte,

dispuesto a conquistar a la que fuera

reina fenicia en otro tiempo.

La colmó amoroso de honores y poder

creándole un emporio de riqueza.

Su puerto, famoso en todo el mundo conocido,

y las monedas acuñadas en su reino

hicieron poderosa a esta africana

convertida en patricia romana por asedio.

Mas transcurrido un tiempo, nuevamente

su corazón, que ante ningún imperio se rendía,

dejó marchar aquel conquistador

hacia su patria con sus laureles,

pendones imperiales y sus águilas.

Y de nuevo se encontró

esperando frente al mar a que su amado

apareciese algún día en lontananza.


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Al verla triste y sola,

reyezuelos de tribus colindantes

quisieron conquistar tan noble dama.

Uno le ofrecía mil camellos,

joyas de filigrana y gran belleza.

Aquél, obsequioso, le traía

los más dulces dátiles de sus palmeras,

dorada y rica miel.

Éste, su rebaño de blancas ovejas,

ricas túnicas de telas transparentes

bordadas con hilos de oro y adornadas de perlas …

Melela, como así llamaban

a su deseada sultana

aquellos que aspiraban conquistar su corazón,

jamás daría su amor a quienes,

ajenos a sus sentimientos,

luchaban entre sí por conseguirla

cual fácil presa y codiciado trofeo.

Y desengañados, marcharon cabizbajos a sus tierras

dejando a la bella abandonada,

suspirando porque al fin llegase su galán

y con él el amor que anhelaba.


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Y una noche, mientras la princesa dormía,

besada por la luna y arrullada por el mar,

apareció por fin en lontananza

el amor que por siempre había soñado:

Don Pedro de Estopiñán.

Bravo y noble caballero

de bella estampa y generoso corazón,

que en nombre de la Casa

de Medina Sidonia, como Comendador,

vino a pedir la mano de la dama.

Prendado al verla, cayó rendido a sus plantas,

y al instante la requirió de amores:

“MELILLA, SÉ MI AMADA.

Yo no tengo tesoros que ofrecerte

ni un imperio que poner a tus pies.

Tan sólo un corazón que por ti late ardientemente

y el amor de mi España

que te abre sus brazos protectores

como la madre amorosa

que para ti quiere ser.”

Y MELILLA, al ver a su galán soñado,

el amor esperado noche y día,

le entregó su corazón enamorado,

feliz al fin de que el destino generoso

los hubiese unido en su camino.

Y dejó de ser la princesa africana,

la reina fenicia, la sultana,

convirtiéndose desde ese instante,

y para siempre, en la MELILLA ESPAÑOLA

que todos llevamos en el alma.


Primer Premio Certamen de Poesía Don Pedro de Estopiñán 2006

Carmen Carrasco


Artículo de Javier López Campillo













CLIFF ROBERTSON, MUERE OTRO CLÁSICO DE HOLLYWOOD

El actor estadounidense Cliff Robertson falleció recientemente a los 88 años de edad, dejando una carrera profesional de seis décadas y películas como Charly, con la que obtuvo el Oscar de interpretación masculina de 1968, así como Los tres días del Condor o Comando en el mar de China.

Javier López Campillo. Ver articulo


Poema de Carmen del Pino











DE VEZ EN CUANDO

De vez en cuando el regodeo
vagabundea en la tristeza,
a veces es ecuánime
y oculta la huellas
en el sueño de Morfeo.

De vez en cuando la mención
hace tatuajes de olvidos
con trincheras de alegrías
y neutrones compartidos.
Son banderas de ocasión.

De vez en cuando coexisto
entre inmolado y reo.
En ocasiones homicida
del oportunismo me veo,
de la risa me administro.

De los proxénetas que hallo
me libro yo cuanto puedo.
Evito la metamorfosis
de ser triste papagayo
que va rezando un credo.

Carmen del Pino (Carpino)


Miembros de la Unión de Escritores: José Luis Benítez














José Luis Benítez nació en septiembre de 1951 en Cuevas de San Marcos (Málaga). En 1965 se asentó en Madrid por traslado familiar. Tras un largo periodo de estudios, trabajos y viajes se licenció en Antropología en la Universidad Complutense. Luego escribió su primer poemario en 1979, con el título de “Sonata en el Espacio”, Ed. La Idea, Madrid. Le siguieron la novela “Chafanto” y el libro de relatos “Leyendas de Belda-city”, ambos publicados en 1993/96 en la Ed. Biblioteca Nueva, también en Madrid. 2009 lo marca la aparición de su poemario “Sombras que pasan”, en la Ed. Itakus de Jaén. Y en 2010 salió en Barcelona uno de sus cuentos (“Todas las caras”) en la Ed. E-Litterae, en la colección Kit-Book. Para finales de este mes se espera la edición de su reciente novela “Náufragos sin isla”.
Actualmente reside en Alemania, está casado y tiene tres hijos.

Poema de Adelaida Díaz Gálvez














NO CORTES FLORES

Tú lo sabes bien mi amor

que los bullicios, los ruidos

contaminan mi mente

porque tú eres la caricia de mis silencios.


Quisiera no dormir

Temo que en esas horas no estés en mi mente

Cuánta gratitud te tengo por este amor que me inspiras

Tú y yo siempre estaremos juntos en las madrugadas.


En la huida del día en el confín de los tiempos

Qué importa esta despedida si ya eres parte del alma mía

de mis sueños tú eres la película

el portador de mis deseos y dichas.


Me disfrazas de alegría

y de bellas venturas me desnudas

Atrapemos un cometa.


Volvamos a ser niños

en una larga primavera.

Sólo te pido una cosa

no me regales flores

no cortes una vida

déjalas que se embriaguen con el perfume de las noches

que vayan envejeciendo sintiéndose vivas.


Que sirvan de alimento a los pájaros

Que con sus picos las depositen

en una tierra nueva

y que sean otra vida.


No, no me regales flores, no cortes una vida

déjalas que lentamente se despidan

del lugar donde están tan unidas.


Así como tú iré dejando algún día

las noches, las albas, las brisas

sólo para que nuestras almas sigan unidas

allí en un mundo de inmensa vida.


Adelaida Díaz Gálvez


I Certamen de Relato y Poesía Marcelino Menéndez














La Asociación de Escritores de la Región de Murcia (AERMU) crea este Certamen Internacional de Relato Corto y Poesía dándole el nombre de su Fundador y Presidente de Honor. Marcelino Menéndez, escritor y poeta, lleva escritos más de 60 libros a través de los cuales el lector se ve inmerso en una poética donde la vida y la verdad se hacen patentes en cada verso.

Podrán concurrir al "I Certamen Internacional de Relato Corto y Poesía Marcelino Menéndez” todos aquellos Relatos y Poemas inéditos, escritos en castellano y no presentados con el mismo u otro título a ningún otro concurso pendiente de resolución.

Se estable un primer premio para cada modalidad, consistente en: Escultura y Diploma.

Ver bases


Poema de Isabel Oliver













ABRAZAME

Soy página no escrita en una historia:

la de rosas y vino, nata y fresas.

No hubo para mí ramo de flores.

Llovía demasiado en mi tejado.


Me duele el dolor de haber parido

los ojos, la mirada, mi lenguaje;

el nudo en la garganta que me aprieta,

y el eslabón que nunca me libera.


Las trompetas te anuncian victorioso.

Acabo de nacer, y soy crisálida

luchando contra el viento huracanado,

para ser mariposa en tu regazo.


Queda un poco de amor tras la derrota.

¿Quieres que levantemos un imperio?

Mi activo es mi equipaje a ningún sitio.

Si te quedas, yo vivo entre tus brazos.


Deja tu arma de lucha en el rincón;

no necesitas tu escudo conmigo.

Desnuda a ti me ofrezco y mis principios,

mueren en este instante de la entrega.


Hay luz en el combate del ocaso:

Que el escuadrón del viento no se lleve

la lira que acompaña a los te quieros.

Miremos al amanecer del beso.


Abrázame. Mi talle es de junco

y no se romperá en la escollera.

Septiembre se sumerge en el otoño;

nos queda todo el tiempo del invierno.


Hay una sombra aquí, junto a mis besos.

Resguárdate y toma vino fresco,

que ya ha tañido la última campana

en el gran campanario de los ecos.


¿No ves que nace fuego de mis venas?

La vida es un compás en el delirio.

Abrázame. Que no se escape el tiempo

que a la legalidad hemos robado.


Abrázame. No dejes que me vaya.

Soy la última mujer, la del retorno.

La que vivió en tus sueños sin un rostro

y sembró para ti luces y sombras.


Soy quien viajó buscando la ternura

y se curtió en lo hondo, por la apuesta.

Me perdono a mí misma por mi daño.

¡El norte es una estrella tan preciada!


Soy yo, la que te venda las heridas

y cuelga cicatrices en un clavo.

Soy yo, la que cogida de tu mano

se columpia en tu sombra hasta el abrazo.


Soy beso diluido en la caricia.

Soy laberinto angosto y misterioso.

Soy Eva que ha mordido la manzana;

pero soy yo, irrepetible y te amo.


Abrázame. Que empiezo a sentir celos

del alba luminosa y transparente.

Abrázame. Que quiero echar raíces,

y ser árbol frondoso de tu cielo.


Isabel Oliver

(De su libro Veinte años de poesía).

Composición endecasílaba.