Poema de Manuel La Parra Ripio













SUBLIMES

Son los pasos hacia el destierro permanente

los que inconscientemente nos llevan al tiempo,

a ese tiempo que comienza y nos envejece

y encima le agradeces con múltiples parabienes;


¡Su crueldad!


Sin darle la culpabilidad metafísica que el tiene

¡Todo!, por un amor cuan satisfacción aleatoria,

en la que sin intervenir tú, das la respuesta

si tienes la suerte luego de poder decir de ella;


¡Vivo!.


Y a pesar de tanta incongruencia juzgada

agradeces a un amor, aquel que te ha desarrollado,

tu propia existencia terrenal; después, miraras atrás.


Aun sublimado, veras pasar el tiempo sin sentirlo

aunque te creas crecido, unas veces admirado,

otras, desterrado de algunos cariños humanos;


sólo tendrás besos, lametazos de un peludo contento.


POSADOS

Pienso y reposado me pregunto

si merece hoy por hoy, pensar;

volando mis lucubraciones junto

a los deseos íntimos, sin tensar

la moral del antaño presunto,

responsable en manera de constar

y ser en vida lo que no era espanto

de convivencia en cuarto de estar,

donde la charla era el encanto

de una familiar vida sin instar

a la vorágine de liberal boato,

que ha ido modificando el pintar

de un cuadro de realismo exacto

en la imagen única que sin ilustrar,

era naturaleza y complemento

de aquellas muchas en aguantar

la educación con familiar instinto,

que de lenguas hacían bienestar

de social y público entendimiento

mientras el hogar era elogiado altar,

cuan pedestal de mejor momento

familiar y tribal que, sin espantar

la idea de la unidad como elemento,

conversador de tradiciones por constatar

que la unidad es fuerza y encanto

de una raza, que por conquistar,

fue y es, de Cervantes Instituto.


Manuel La Parra Ripio