Hiperia


Poema de Laura Aguirre

En mi largo caminar
Me encuentro a un hombre y sus quejas:
-Voy muy lento y los demás,
No ven más que mis torpezas.
No entienden que veo otras cosas
Del sentido más allá.
Soy del mar un vendaval
Temido por los normales,
Que no se ajusta a las normas
Pero sabe que alto va.
Saben que soy diferente,
Porque suelo tropezar
Mas puedo elevar mi frente
y entro en la Eternidad.
Y me acosan, y me muero,
Y me atacan, desespero,
Me medican, yo no quiero,
Me amenazan, me resigno:
Contra mí está el mundo entero.
-¿Por qué se aflige, buen hombre?
-Le pregunto yo intrigada-
¿no ha encontrado un buen pastor
Que le ayude en su jornada?

-Aquella camisa de fuerza
-dice alzando la mirada-
Que él me ponía antaño
Hoy me la ha sustituido
Por otra que no hace daño.

La medicinal camisa
-prosigue el atormentado-
Una camisa es de fármacos,
Que calma mis arrebatos.
Pero mi cuerpo y mi mente,
Que tienen su propia senda
Y tienen su propio destino
Claman por su libertad
Y busca sus propios caminos.
A veces vislumbro cosas
Que son todo maravillas
No las entiendo bien
Porque a veces me acribillan
Parecen decirme algo
Y tengo que estar despierto
Para poder descifrarlo…
-Ven conmigo, amigo mío,
Ven al grupo y súmate;
Verás que no eres el único,
A mí me pasa también.
Es hiperia lo que tienes
-según Álvarez, Javier-
A veces caes en un pozo,
luego te pones en pie.
Unas veces sientes gozo,
Otras, lo habrás de perder.
Verás que te comprendemos
Volverás a tener fe.
Recientemente creamos
Un grupo de nueve o diez.
Juntos aprenderemos
La salud que da lecciones
Combate las agresiones
E ilumina el callejón.
Juntos aprenderemos
A encauzar nuestras pulsiones
A sublimar las pasiones
A  encontrar un nuevo yo.

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