Poemas de Laura Aguirre


Salgo a buscarte

Salgo a buscarte en la noche
salgo en busca de tu Luz.
cuando todo está en tinieblas,
es cuando apareces Tú.

Cierro los ojos de la cara
y abro los ojos del alma
y entonces la Tierra se calma
en su aparición preclara.

Salgo hoy que estoy sedienta
de tu potencial divino,
mis latidos, se acrecientan
porque el éxtasis ya vino

Va encendiéndose lo oscuro
en una luz interior
todo está en estado puro
y yo más llena de Amor.

Todo es clarividencia
y alegría incontenible
es sensación indecible
que adelanta a toda ciencia.


(Inspirándome en San Juan de la Cruz y que me perdone)



Amor clarividente

El amor, clarividente,
siempre fue capaz de ver
la igualdad entre las gentes.
Desde tiempos ancestrales
no hizo distingos de genes.
Hoy sabemos de genoma
y de espacios siderales,
descubriendo lo que Amor
desde hace tiempo sabe:
que los genes son los mismos,
que todos somos iguales.


Amor reñido

Cuando Emilio me pisa
yo pierdo los papeles,
pues mucho es lo que teje
y no hay quien lo maneje.

Su corazón me abre
cuando me escribe cartas
pero en la última hoja
empieza a dar la lata.

La dejo en su sobre,
encima de la mesa;
le pido a su madre
que lo mande a la selva.

Pero a pesar de todo
mi amor es poderoso:
de donde no hay, saca;
no está hecho con corchos.

Sin embargo me espanta
que se coma a los pájaros,
pregunto qué le pasa
y le beso las manos.

Aprendo del que trota
a andar por esos mundos
sin ver hombre más sordo
ni ver alguien más mudo.
Con el pisapapeles y abrecartas de hojalata,
tiene un tejemaneje que me espanta y lo delata,
si el Todopoderoso lo permite y aconseja,
pondré en la sobremesa un manojo de madreselva.
Con la facilidad de alguien que usa un sacacorchos
y la tranquilidad de quienes usan pasamanos,
voy a buscar sin tregua a ese tonto espantapájaros,
trotamundos tozudo, sordo-mudo mudo y sordo.


Contraste

Tus ojos se disuelven en rayos ultra-rojos;
lo míos se te acercan en rayos infra-violeta.
Nuestros destinos se unen por dos distanciadas sendas; 
caminos contradictorios de almas que se asemejan:
Tú, empinado, cuesta bajo;
yo, en pendiente, cuesta arriba.
Somos dos contradicciones en idéntica armonía.
Caudales de agua de amores en opuestas sinfonías.
Como dos vientos discordes con absurdos pensamientos,
Tranquilamente veloces, 
bulliciosamente lentos.
No encontramos vocablos que expresen nuestros adentros.
No sirven ya las palabras en este hogar de fracaso,
tan brillantemente oscuro, 
tan lúgubremente claro.
Yo, atenta, te ignoro;
amable tú, no haces caso.



A un edificio de la Urbanización de Gamarra (Málaga)

¡Te odio tanto y tanto...!
...Porque eres feo
tosco y mal hecho.
Insultas al viandante
con tus estrechamientos;
y los chiquillos, jugando 
peligran por tus muros y cimientos. 

...con tus balcones salientes 
casi al ras de la acera,
cables sueltos, torpe diseño,
ropa tendida fuera
que ondea al viento y dice:
aquí construimos rápido
antiestético y como sea.

Acondicionadores y parabólicas 
por doquier,  ¡una pena!
tus ventanas son nichos
vamos, que eres un poema.
-Nunca mejor dicho-.


Belleza de piedra

Miro tus muros de fortaleza
y me hablan las piedras,
tus ventanas cuentan cuentos
de remotas tierras. 

Tristes batallas vienen a mi memoria
damiselas, carruajes y vestidos de época,
Mírame aquí de pie frente a la Historia.

La brisa roza tus antiguos y robustos muros,
luego viene a mí para rozar mi rostro
y me transporta a tiempos lejanos,  
Cierro los ojos,
lejos queda el ruido urbano.