La mejor literatura dramática en el Festival de Cante de Lo Ferro

Artículo de Juan Miguel Roca Martínez   

El martes 25 de agosto de 2009 el grupo de baile clásico y flamenco de Lo Ferro representó en el escenario el drama “Yerma” de García Lorca.

“Yerma” es la segunda obra de una trilogía dramática compuesta por Federico García Lorca, aparecida en 1934. La primera de la trilogía es “Bodas de sangre” y la tercera “La casa de Bernarda Alba”. Yerma no es exactamente un drama, es un poema trágico, es la tragedia al modo clásico de la casada infecunda que se pasa los tres actos culpando al marido de su esterilidad. Pero es ese el único tema y el carácter de la protagonista se manifiesta en progresivo desarrollo. El mismo autor dijo: “Yerma” será la tragedia de la mujer estéril” en declaración suya de julio de 1933.

La obra está dividida en tres actos de dos cuadros cada uno. El desarrollo del carácter de la protagonista está íntimamente conectado con el tiempo dramático. En el cuadro I Yerma lleva dos años y veinte días de casada. En el cuadro II del mismo acto lleva tres años y en el cuadro II del acto II más de cinco años. La acción del cuadro I del acto III enlaza con el final del acto anterior y la del último cuadro sucede, ya que no se indica tiempo ninguno, presumiblemente poco después.     Este paso del tiempo es de total importancia para el desarrollo del carácter de Yerma, pues nos conduce desde la angustiada y temblorosa espera, pero con esperanza todavía del cuadro I del acto I, hasta la desolada aceptación de la esterilidad y su definitivo cumplimiento en el último cuadro de la obra.

Dentro de ese tiempo que pasa, Yerma espera, lucha, se desespera, recrimina, sueña, busca, se va llenando de odio y de silencio, se niega a reconocer su propia esterilidad buscando una causa y un culpable externos a ella, hasta que después de tan largo combate con su destino de mujer estéril se enfrenta cara a cara con la verdad. Toda la tragedia estriba en esa resistencia al destino y su consagración final.

Al igual que en la tragedia clásica griega Edipo lucha a brazo partido con la verdad y el destino hasta que destino y verdad se imponen y son consumados en el héroe y por el héroe Yerma lucha también a brazo partido con su destino y con su verdad hasta consumarlos. Al comienzo del cuadro II del acto III en que tiene lugar la romería, Yerma acepta definitivamente que es marchita y cuando momentos después se da cuenta que a su marido Juan no le importa ni le ha importado el hijo, entonces lo mata. De esta manera Yerma se posesiona de su destino y se lo adueña en vez de ser ella la poseída por su destino. Nada, ni nadie, solo ella misma, hace imposible el hijo. De esta manera Yerma ya no es víctima de la fatalidad ciega, injusta y absurda, sino autora de su propia esterilidad.

Intentar ver el tema de la honra de Yerma como un tema más de la obra haciendo hincapié en sus connotaciones psicológicas y sociales, religiosas o morales de la época es romper la estructura del drama, porque no tiene relevancia ninguna para el resultado trágico, ni para la evolución del carácter de Yerma. Consciente el autor de esto consigue que su obra sea lo que se propone: el drama de la mujer estéril, no el drama de la mujer infecundada.

En la trilogía completa un cierto viento de fatalismo sopla sobre los personajes empujándolos ciegamente a la acción.  El protagonista ya no es el hombre o la mujer, es la misma pasión que se enseñorea de todo y de todos. Yerma es, en fin, un drama popular y aristocrático a la vez, sin refinamientos ni complicaciones psicológicas, los personajes se mueven por instintos primarios en toda la trilogía, que ciertamente se reducen a uno solo: el instinto sexual. Pero eso sí, inteligentemente conducidos por la genialidad creadora e intuición de Federico. El tema siempre elemental es tratado de manera directa y el lenguaje a tono con el tema también es directo.

Estas obras revelan a Federico García Lorca como el primer temperamento dramático de nuestro tiempo contemporáneo.

Proponerse representar tal obra transfigurándola en bailes clásicos y flamencos el Ballet Clásico y Flamenco de Lo Ferro es proyecto muy loable y supuso un reto muy fuerte para ellos por sus valores dramáticos, coreográficos y otros.  Fue desde luego un acontecimiento novedoso, único e importante.

“Lunas de Arena” fue el nombre del espectáculo ofrecido en el Patio Flamenco de Lo Ferro con motivo del XXX Festival Internacional de Cante Flamenco de Lo Ferro.  Un espectáculo fusión de tragedia y danza en el que se intenta representar un siguiente estado evolutivo del carácter trágico de la protagonista “Yerma”.  Por medio de puestas en escena, actitudes dramáticas y danzas flamencas como siguiriyas, soleá, bulerías y alguna contemporánea.

Yerma sale de la cárcel veinte años después de haber sido condenada por la muerte de su esposo. Comienza a recordar las circunstancias de su vida desde su boda hasta el fatal desenlace y a habitarla los fantasmas del pasado.

No es por tanto una adaptación de Yerma de García Lorca. En Lunas de Arena en sus recuerdos se nota un intento de sublimación de su alma sobre si misma en un estado general de falta de voluntad en que lo dejó García Lorca con el fatal desenlace de su obra. Es un alma sin fuerza y sin voluntad. La fuerza trágica de su destino es aquí el pretexto que funciona para poner en evidencia que, aunque se sigue sintiendo viva, le resultará imposible seguir luchando.

Pero Lunas de Arena tiene muchas nuevas aportaciones: los recuerdos de la protagonista adquieren una dimensión humanizadora, lo que significa un intento de dignificación de un personaje que sufrió y sufre, pero sin llegar nunca a sugerir la exculpación de su delito en un extremadísimo y apretado equilibrio muy acertado. Lo que se revela en Lunas de Arena es la contemplación de los recuerdos de la protagonista.

María Dolores Ros (dirección artística) y Paz Martínez (dramaturgia) son las creadoras de ese difícil equilibrio y otras virtudes más de la obra. El espectáculo trasciende con mucho el propósito inicial con tan extraordinarias autoras.

El Ballet Flamenco de Lo Ferro solicitado desde E.E.U.U. y Sudamérica alcanza con este trabajo una gran madurez artística que le cualifica notablemente.

Juan Miguel Roca Martínez es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.