Ensueño


...Y, una vez más llueve sobre mi sepultura
poblada de hierbecillas y estrechos caminos.
El ciprés, a lo alto mira
Y, entre todo, se ahuyentan mis amigos.

En húmeda mazmorra, de cadenas prisionero
impasible  escucho como todos se alejan
u, otros más extraños me señalan con el dedo
¡Qué floreros tan vacíos le dejan!.

Mi Cruz se ha caído y, nadie la levanta
ni lavan la piedra las manos que yo besaba.
Ni en la distancia una oración me canta
quién llorando me decía que me amaba.

Solo los pajarillos me acompañan
sin importarles la lluvia ni el sol.
Solo ellos --aun tristes--me cantan...
¡Solo ellos me rezan, mi Dios!.

¡Santo cielo! ¡Qué ensueño! ¡Qué miedo!
¡Qué angustia me dió al despertar de aquéllo!
saber que, una vez mi corazón muerto...
¡Ha de estar tan solitario luego!

Gaspar González Pina