La comarca (Sang Roja, Groga i Blava)

Colaboración de Adrián Ureña

Mi hogar habita en los bosques del norte....ausente de gentío.... Altos arboles, profundas son sus raíces... siento el viento redentor guiándome entre las sendas...allá donde el frío y la niebla lo cubren todo y el manto verde es terciopelado. Naturaleza, espacio para escapar, pensar, reencontrarse con uno mismo. A pesar de los peligros son mi esencia, mi sustento. Debo regresar, adentrarme en las profundidades, respirar entre sombras gélidas, siendo parte de los riachuelos, humedad y tierra. Comarca repleta de riquezas, montañas y parajes extraordinarios.

Cuando piso la foresta, la mera huella advierte a los gigantes que la habitan , dándome la bienvenida a casa con el canto de aves al ritmo del follaje chispeante que retoza entre sí movido por la brisa.

Rápidamente se dibuja una sonrisa en mi rostro....que reconoce que está de vuelta y el alma llora rompiendo mi pecho, estallando en energía cual ángel batiendo sus alas, elevándose al cielo. Dividiéndose en millones de partículas que todo lo cubren. 

Distinguido, noble e ilustre lugar, no soy digno de tal maestría y belleza. Deidad que tocaste mi corazón con tus cortezas, alcornoques y coníferas. Al borde del Guadalaviar aguardan las torres  caducifolias, hileras que acompañan al río Blanco en su largo recorrido, ¡¡Oh Turia que nutres el linaje de mí humilde morada siglo tras sigo!!

Tú qué mueres en la inmensidad de nuestro mar Mediterráneo perdiéndote en la inmensidad azul, reflejando el firmamento, costa de la ciudad de la luz.

Adrián Ureña es vocal honorario de la Unión Nacional de Escritores de España.