—Deseaba usted una partida de
Bautismo ¿no?
¡Que oportuno el cura!, Pensé en cursiva. Creo que las
mujeres siempre pensamos en cursiva
—Pues sí— sonreí al contestar, pese a la
interrupción.
El cura se
fijó en el libro que aún conservaba entre las manos y lo señaló
— ¿Le interesa la vida de Santa Florentina?
—Conozco a los cuatro santos de pasada. Prácticamente
no sé nada de ellos, pero me ha sorprendido Teodosia. No la vinculaba a esta
familia.
¡Mentirosa,
mentirosa! me acusó la conciencia, a ti te interesa el godo…
—Teodosia murió muy joven— explicó el
sacerdote— Aun así, vivió años muy felices en su matrimonio. En ese tiempo
alumbró a dos varones: Hermenegildo y Recadero.
—Caray con los nombrecitos— me reí, sin
poderlo evitar.
—El padre de los chicos se volvió a casar
¿Leyó esa parte?
— ¿Cómo?
— ¿Cuándo murió el rey Liuva, Leovigildo
subió al trono. Liuva y Leovigildo eran hermanos. Al enviudar, tomó por esposa
a su cuñada Godsuinta.
Menudo nombre, seguro era una arpía,
pensé,
tratando de imaginarla.
El sacerdote
cambió de tercio de golpe. Yo no entendía nada de santos, pero sí que soy una
gran aficionada a los toros, y supe ver un buen capotazo.
—Deme los datos de la niña, además del
nombre y apellidos, sería de mucha utilidad que supiera la fecha exacta del
bautismo.
Parpadeé varias veces para centrarme en lo
que realmente necesitaba y por lo que estaba allí
—Sí, claro, Aquí lo tengo todo anotado—respondí
desilusionada.
Yo quería
seguir con la historia y don sotana
cortó la narración de un plumazo, claro está, soy tenaz y no me rindo con
facilidad.
— ¿Cómo
puedo conseguir este libro? Sería tan amable de indicarme.
El sacerdote
me miró intrigado
—Es una edición para iglesias—respondió.
—OH, vaya.
—Quédeselo, tengo varios ejemplares en el
despacho.
— ¿En serio?—casi me lanzo a su cuello—
Gracias padre, mil gracias.
El cura me
sonrió y entonces me acordé del Fary. No sé por qué, pero a mi memoria vino el
Fary con sotana cantando el torito.
—Señorita, señorita, despierte—me zarandean
el hombro— Usted venía a por una partida
bautismal ¿no?
Qué vergüenza más grande. Me he quedado dormida dentro de una iglesia. Eso pasa por no tener lectura interesante.
Lola Gutiérrez
es vocal honoraria de la Unión Nacional de Escritores de España.