La influencia de la interculturalidad en la obra de la escritora Carmen Conde

Pellicer ofreció una conferencia enmarcada dentro de las Jornadas del Real Club Marítimo de Melilla

El pasado 19 de Mayo y dentro de las VI Jornadas Culturales organizadas por el Real Club Marítimo de Melilla en colaboración con la Unión Nacional de Escritores de España, tuvo lugar la conferencia “Influencia de la Interculturalidad en la obra de Carmen Conde” impartida por el poeta y delegado regional de la UNEE en la zona Sureste Juan A. Pellicer.

Comenzó el acto en el Salón de conferencias del Real Club Marítimo a la hora prevista por la organización con una nutrida asistencia de público.

Tomó la palabra en primer lugar el vicepresidente del Real Club Marítimo de Melilla Juan Bellver y director general de la Consejería de Cultura y Festejos y gerente de la Fundación Melilla Ciudad Monumental, quién tras saludar al público informó sobre los distintos actos programados en estas VI Jornadas Culturales marco en el que se encuadraba esta conferencia, agradeciendo tanto al presidente nacional de la Unión de Escritores Juan Carlos Heredia como a los ponentes, la profesora Jero Crespí y Juan A. Pellicer, por su presencia y aceptación para la realización de este evento.

Cediendo a continuación la palabra al Presidente de la Unión Nacional de Escritores España, quién en nombre del colectivo que preside expresó su satisfacción por el hecho de que la UNEE haya podido colaborar de manera activa en la realización de este importante evento cultural de la ciudad; procediendo a continuación a presentar a los intervinientes haciendo alusión a sendas reseñas biográficas, subrayando en la de Pellicer la obtención en 2014 de la Medalla de San Isidoro de Sevilla, máxima distinción de la UNEE.

A continuación tomó la palabra la profesora, criminóloga y miembro de la UNEE Jero Crespí quién, tras los agradecimientos a la organización por el evento y en una breve intervención introdujo la conferencia contextualizando el hecho “intercultural” resaltando la histórica y positiva componente social de Melilla en este aspecto, significando y definiendo el concepto de interculturalidad como “la interacción entre dos o más culturas de un modo horizontal y sinérgico”. Abordando la interculturalidad desde el enfoque y perspectiva de los derechos humanos basándose en la propia definición que la UNESCO hace al respecto: “la construcción de relaciones equitativas entre personas, comunidades, países y culturas. Para ello es necesario, trabajar por dicha interculturalidad desde una perspectiva que incluya elementos históricos, culturales, sociales, económicos, educativos, antropológicos, etc.” Destacando que “(…) ustedes –dirigiéndose a los presentes-  han tenido desde siempre presente el concepto de interculturalidad e integración (…)”, -prosiguiendo- “Aquí en esta maravillosa ciudad se han conseguido asentar cinco culturas, cinco pilares de la civilización, que decidieron instalarse en ella, en esta de ustedes, cinco miradas distintas que comparten las realidades cristianas, musulmanas, hebreas, gitanas e hindúes, cinco formas distintas de vivir unidas en Melilla, compartiendo la vida diaria, donde se entrelaza la singularidad y el respeto por las diferencias. Esta diversidad lo que la hace es que exista un verdadero pilar: la integración social.

También resaltó el pacto por la interculturalidad del Gobierno de la Ciudad de Melilla a través de la Consejería Adjunta a la Presidencia: “La cultura como sustrato de un mundo lleno de significados, creencias, valores y tradiciones, constituyendo el núcleo del desarrollo humano y de la civilización”.

Finalizando su intervención citando precisamente los textos del presidente de la UNEE Juan Carlos Heredia publicados en el prólogo de la Antología Poética de la UNEE “Poemas por la interculturalidad”: “(…) Cristianos, musulmanes, judíos, hindúes o gitanos aparecen en muchos poemas como protagonistas de una Babel en la que no existen fronteras culturales y se mezclan las tradiciones más enraizadas, como el agua y la harina, para producir un pan cuya principal levadura la integran la variedad de lenguas y formas de pensamiento”.

A continuación fue presentado por parte del presidente de la UNEE el poeta Juan A. Pellicer quién, tras saludar y agradecer tanto a los responsables del Real Club Marítimo de Melilla en la persona de su vicepresidente por haber hecho posible su presencia en estas VI Jornadas Culturales, como a Juan Carlos Heredia por haber confiando en él desde la UNEE, colectivo –dijo Pellicer- en el que dijo sentirse muy identificado, también tuvo unas palabras para el público, al que agradeció su presencia expresando su alegría de poder tener la dicha de haber podido regresar pasados cuatro años desde su primera visita en la que tanto disfrutó y que también por cierto tuvo un significado cultural.

Comenzó Pellicer su exposición apoyándose en la primera fotografía de su presentación: “Atado a ti” (de su autoría y con temática de mar) significando todo lo que a las dos ciudades, Cartagena y Melilla, unía: “Estoy seguro –comentó- que tanto ustedes como yo nos sentimos atraídos y conmovidos de poder disfrutar de su influencia e inspiración, como no dudo de la que tuvo sobre nuestra protagonista Carmen Conde”.

Con una breve descripción de los primeros años de la vida de Carmen Conde en Cartagena: familia, ciudad, colegio, etc. prosiguió su intervención situándose en la Melilla de 1915 detallando la vida de la ciudad, sus calles, sus escuelas, sus tiendas, su forma de vida, sus habitantes, significando desde el primer momento esa natural convivencia entre las diferentes culturas existentes: “comunidad cristiana entrelazada con la musulmana de origen bereber y ambas con la judía o la población hindú”.

A lo largo de la exposición Pellicer fue extrayendo y subrayando pasajes de la vida de Carmen Conde con oportunas citas de la propia escritora para ir dejando patente la importancia y relevancia que tuvo la interculturalidad en su obra, “era una armónica Edad Media conviviendo con hebreos y árabes”, y continuaría diciendo en 1991 “conocí a niñas moras, niñas hebreas (allí no se dice judías)” y además convivía y jugaba con ellas, alternábamos en los colegios. Era muy pequeña y a mi madre lo que le preocupaba era que aprendiera lo español antes de lo hereje, como ella decía; pero claro, su concepto de eso también se modificó con el tiempo. No teníamos prejuicios de raza”. 

Citó a las amigas y vecinas de Carmen: Javiva, Clota, Ordoña, Freha, Abrahan, Salomón, Masanto, … de las que tanto aprendió y con las que tanto compartió mostrando algunos pasajes vividos con aquellas resaltando la importancia y trascendencia tendría posteriormente no sólo en la formación humana e intelectual, sino además en su propia obra, como reconoce en 1986 –apunta Pellicer- “En Melilla precisamente se despertó mi vocación de escritora”. “¡Melilla, ciudad mía, amada ausencia mía, aunque no seas tú, te quiero! Te buscaré, te querré, te cantaré, y otra vez nuestras voces se juntarán para lo que Dios mande”.

Destacó durante su intervención el carácter fuerte y activo de Carmen Conde aunque vulnerable, de hecho explicaba la escritora que “muchísimas cosas de la vida le afectaban profundamente”.

Como no podía ser de otra manera, también hubo lugar para la poesía de Carmen Conde de la cual extrajo el ponente algunos fragmentos de distintos poemas los cuales recitó, como uno de los publicados el 30 de Julio de 1931 en el Heraldo de Madrid en la sección “poesía española en Marruecos” (Puertos de la voz, poemas para el recuerdo).

Haciendo mención a algunas de sus obras: “Brocal”, “Júbilos”, “Empezando la vida”, etc. y destacando la influencia que la interculturalidad tuvo en ellas a través de sus contenidos. De la que también se hicieron eco algunos de los personajes relevantes con los que la escritora tuvo relación: Gabriela Mistral, Norah Borges, Guillermo Diáz-Plaja, Vicente Aleixandre, Juan Ramón Jiménez, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Miguel Hernández, Antonio Machado, Octavio Paz…

A lo largo de su exposición Pellicer fue dejando patente el amor y el recuerdo que siempre conservó Carmen Conde por Melilla: ““¡Ah Melilla!: país de una infancia que no se evapora. Quiero volver a pisar el suelo de mi estatura primera”. Afirmando que es aquí en Melilla donde la escritora, según se puede leer en el libro “Empezando la vida”, se lee: “”En Melilla precisamente despertó mi vocación de escritora”… reconociendo que para ella: “todo lo que se refiere a mi segunda “patria”, me emociona mucho”.

Con todo y llegando al final de la exposición señaló Pellicer que efectivamente se puede afirmar que la influencia de la interculturalidad influyó notablemente en la obra de Carmen Conde “(…) y fue así no porque lo diga yo, ni siquiera porque lo digan grandes poetas y escritores coetáneos e incluso muchos académicos y estudiosos de nuestra querida literata cuando analizan y leen su obra poético-literaria; sino porque ella misma siempre hizo gala de ello, destacando que gracias a su infancia en esta bella ciudad, sintió la necesidad de escribir, siendo el hecho de haber vivido dentro de una sociedad abierta, plural, es decir, intercultural, la llevó a ser la escritora, la poeta, que el mundo conoce”.

Quiso Pellicer cerrar su intervención y tras reiterar sus agradecimientos, recitando el Poema “Melilla, ciudad de mi infancia” el cual fue merecedor de un emotivo aplauso por parte del público.