Soneto a María en su soledad


Poema de Carmen del Pino

Ya la noche prieta riela en el asfalto breve,
rondan a María voces desde el cielo;
un manto negro cubre el inmortal anhelo
como agua de lluvia convertida en nieve.

De los balcones desvelados nacen arpegios,
do-re-mi-soles de celestiales primaveras;
con mantillas de insigne luto forjan banderas
y hacen brotar rosarios en corazones regios.

Las almas, cuajan miradas en el dolor prendida
de un poso sutil que cuaja en el lecho de su vida;
donde, se guarda un mortal silencio que golpea.

Sobre la brisa de muchas miradas, María es mecida.
Una niebla fina nos cala de Eucaristía sobrecogida,
y brota en el aire la fe de la verdad que nos rastrea.