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Marlene Denis |
La escritora hispano-cubana ha impartido conferencias, dirigido tertulias y talleres literarios
Marlene
Denis, escritora hispano-cubana. Profesora de letras y correctora de
estilo, llega a la literatura siendo adolescente cuando obtiene su primer
premio en un concurso de poesía, a la edad de 14 años.
Creó y presidió los talleres literarios
del municipio Cerro, en La Habana durante veinte años. Fundó el Taller
Literario Provincial de La Habana y asesoró el infantil-juvenil “Ismaelillo”
dentro de la propia localidad. Fue miembro de la Brigada “Hermanos Saíz” de
Escritores y Artistas de Cuba con más de una treintena de premios en diversos
certámenes literarios, tanto dentro como fuera de la isla.
Impartió conferencias sobre Poesía
Contemporánea de Cuba en la Universidad de Parma en el año 1996.
Fundó y condujo la Tertulia Literaria “El
Rincón de la Salamandra”, en Manresa, Barcelona, entre los años 2010-2013.
Fue coordinadora del II y III Festival
Internacional de Poesía “Grito de Mujer” en Manresa y Sant Vicenç de Castellet,
en Barcelona.
En 2014 participó como Académica en el
XVIII Festival Internacional de Poesía de Curtea de Arges, en Rumanía.
Parte de su obra se encuentra recogida en
diversas antologías de Cuba, América Latina, Estados Unidos, Austria, Rumanía y
España.
Es miembro de la Unión Nacional de
Escritores de España, y pertenece a otras entidades como la Asociación Mundial
de Escritores, el Movimiento Poetas del Mundo y Mujeres Poetas Internacional.
Ha publicado diversas obras, entre las
que destacan "Donde termina la distancia I", Ed. Extramuros, Cuba, 1988; "Donde
termina la distancia II", Online Studio Productions, Panamá, 2011; "Mi bella isla"
(relatos), Online Studio Productions, Panamá, 2011; "Al filo de la fe"
(co-edición) Ed. Casa Eolo, España, 2011; "Más allá de la palabra", Ed. Pasión
por los libros, España, 2011; "Bajo el cielo del exilio", Ed. Seleer, España,
2012; y "A pesar de la sequía", Ed. Art Gerüst, 2013.
Además, se encuentra en proceso editorial
su poemario “El ciruelo de Salamandra”.
La autora es rotunda cuando afirma que sólo
hay dos modos de llevar la Poesía “como bandera”: “con la gracia divina o con
la ira de Dios”.