Oda al ínclito Poeta


Poema de Concha Gorostiza Dapena

A mi sobrino Daniel

¡Oh!,  ínclito Poeta,
que con tus inspiradas
y musicales palabras
elevas las almas
de los prosaicos mortales
que habitamos las bastas llanuras,
altas montañas y verdes junglas
terrenales
¡Oh!, Trovador preclaro
que con tus versos ardientes
haces volar cual tórtolas
a los virginales corazones
de tiernas doncellas, nubiles,
criaturas anhelantes
que esperan con impaciencia
a esos mancebos también poseedores
de tierna nubilidad y desbordantes de amor.
¡Oh! Mezclador de palabras rimadas
que con tiernos adjetivos ensalzas ese amor
puro y materno que  las más de las mujeres
sienten alguna vez.
¡Oh!,  Rapsoda inspirado por las musas
que cantas a esas primaveras
que despiertan los sentidos de las tiernas criaturas
aún encogidas por los helados hálitos invernales.
¡Oh!,  Aeda  que ensalzas con tu verbo contundente
las proezas de aguerridos Homéricos  capitanes
que defienden con su sangre,
con valor acreditado
los embates enemigos
que con sus hazañas guerreras
llevan a la gloria al ejército vencedor.
¡Oh!,  Juglar itinerante
que allá por el medioevo
con tus rimas galantes
divertías a aquellas damas aburridas
de las cortes imperiales.
¡Oh!, Vate, adivinador
que gracias a la empatía
son tus palabras hermosas
bálsamo tranquilizador.
¡Oh!, Coplero singular,
son tus cantos populares
los que llegan al más sincero corazón
de las sencillas gentes
que se acercan a escucharte con pasión.
¡Oh!, Bardo del mundo celta
que en las noches equinocciales
loabas a aquellos héroes barbudos
de aspecto rubicundo
que con sus hechos rotundos
traían gloria y fama a las aldeas septentrionales.
¡Trovadores, Juglares, Aedas, Copleros, Vates!…
Distintos nombres, distintas épocas,
¡Poetas!
Desde que la humanidad empezó
Ahora y siempre
Gracias a vuestras palabras
Que llegan al corazón
Elevando nuestro espíritu
Haciéndonos soñar, amar,
Reír, cantar y bailar
Recorriendo a veces un áspero camino
Casi siempre mal retribuido
Poeta, popularmente sinónimo
De monetaria pobreza
De espíritu enriquecido
Pero con pocas viandas
Que te llegan a la mesa
Tu tienes esa grandeza
De la almas escogidas
Para embellecer el mundo
Por eso y por mucho más
Te dedico esta Oda
¡Oh! Ínclito Poeta de ahora y siempre
Con toda mi admiración.