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| Adelaida Díaz Gálvez |
Estando
fuera de mi ciudad que para mi es la mejor del mundo, he dicho, con todos sus
defectos y virtudes: Una
de las cosas que me gusta más es la cantidad de árboles que hay por doquier.
No
hace mucho di un paseo por ella y pude comprobar la cantidad de joyas con que
esta adornada la ciudad. Qué cantidad de palmeras, árboles cargados de flores,
arbustos por doquier, en las rotondas y no digamos de nuestros parques que son
unos cuantos.
Todo
esto me hizo llegar a mi casa con ese ánimo pues en la naturaleza no hay
contradicciones. Una de las cosas que más me gustan son las flores y la belleza
que dan los espacios adornados con estos dones.
He
vuelto y me he sentido triste comprobando que puede que sea este calor tan
asfixiante o la crisis que he visto de ramas secas en todas partes que mas se
ven sobre todo en sitios tan emblemáticos como es frente al nuevo edificio del
antiguo Hospital de la Cruz Roja, en la Plaza de España, en nuestro bello Parque que no solo esta
perdiendo la belleza de ellas sino que muchos de los adornos del mosaico se va
desprendiendo que si no se la pone remedio luego será peor.
La
verdad, las calles están más limpias que en otras ciudades. Lo triste es ver la
cantidad con tantos edificios en ruinas unos en el centro y otros no. Da pena
tantas fachadas derruidas y sobre todo esa cantidad de graffitis como para
escribir un libro de frases hechas.
A
mi me da mucha pena porque esta ciudad es muy linda con sus barrios tan bien
alineados, sus rincones tan coquetos.
Sólo
le falta una cosa, que la calle principal sea peatonal con sus bancos, varias
terrazas lo mismo para verano que para invierno, los balcones que si que
estuvieran llenos de flores no lo dejemos todo para los gobernantes, todos
pongamos nuestro granito de arena.
Que
dejemos el coche, admiremos esto tan nuestro, necesitamos demostrar que
queremos a nuestra tierra que todo lo tiene bonito, hasta el nombre: Melilla.
Adelaida Díaz Gálvez