El arte del saber perdonar

Gaspar González Pina
No todo el mundo sabe manejar un pincel, mezclar los colores, trazar un rasgo en un lienzo o conseguir una buena obra para la posteridad. No todo el mundo comprende el arte de pintar ni se detiene a pensar qué significa fuera del marco que lo adorna. Pues, el arte, no solo habita en el mercado de los famosos, en las exposiciones o el Museo. Porque el arte existe en todas las áreas de la vida y en las personas mismas.

Ignoro el autor y origen de una frase que dice así: "El arte duerme en los museos,  el artista duerme en la calle". Y, debemos pensar que dormir un artista en la calle, también es arte aun sin su obra no reconocida en el pasado  Cuántos artistas duermen en la calle, ignorados y menospreciados. Eso... ¡Sí que és arte!. Como el arte de amar con  el corazón sin esperar nada por ello que no sea el silencio o, si acaso una sonrisa que se pierde brevemente en la nada. El arte de ser honrado; el arte de la pobreza y la humildad; el arte de amar a Dios con todas nuestras fuerzas; el arte de escribir construyendo los mejores pilares literarios para una sociedad tan necesitada de verdades. Y, sobre todo, ese arte tan dificil, olvidado y tan necesario para sobrevivir el ser humano, que és el de saber perdonar a quiénes nos hacen daño, nos hieren, nos hacen llorar o nos arrebatan un ser amado.

El arte del saber perdonar, quizá es uno de los más difíciles. Porque, como decimos, "se perdona pero no se olvida". Así que, si perdono y no olvido, el resentimiento será mi dueño y me robará la paz que Dios me regala cada día. Así, mi ofensor degustará dos veces  su ofensa al comprobar que ha hecho dos veces daño. La venganza no es buena. Los recuerdos malos, tampoco. Si perdono, debo vivir en paz  con Dios y conmigo mismo. no debo olvidar que Dios es el Juez Supremo de toda la Creación. Quien mal hace y no se arrepiente, mal acaba. Hay que perdonar y olvidar. Lo demás es cosa de Dios.

"Ningún pedestal quedará erguido en el tiempo, como la soberbia y la tiranía del hombre que jamás alcanzarán gloria". (Gaspar de Montenegro). 

Gaspar González Pina