La Plaza de los Califas


Tiene Córdoba una plaza,
grande, bonita y altanera,
donde el torero de raza
pone arte en su faena.

De los  califas se llama,
bajo el azul de su cielo,
mi tierra tiene esa fama,
ganada en el mundo entero.

Suena en ella  un pasodoble,
un paseíllo torero,
tres maestros de gran nombre
desfilan por su albero.

Tocan clarines y timbales,
el toro sale al ruedo,
el diestro con sus verdades,
se santigua y mira al cielo.

Con el capote da lance,
se ajusta con gran esmero,
al toro el con su clase,
lo domina con salero.

El picador en la plaza,
con el caballo inquieto,
la puya al toro alcanza,
lo humilla y deja quieto.

Se cambia a banderilla,
ágil el banderillero,
las pones de maravilla,
salta pronto el burlaero.

Con la muleta desgrana,
muy buenos pases el torero,
su lidia es soberana,
se ajusta y clava el acero.

Los tendidos la gente
ponen en blanco de pañuelos,
lo ha entendido el presidente,
dos orejas da al torero.

Por la puerta grande sacan,
en hombros al matador,
pero solo al que destaca
sin duda al triunfador.

Hoy plaza de Los Califas,
sueñan con pisar tu albero
los novilleros de España,
aprendices de torero.

José Torrubia Tirado