Poema de Adelaida Díaz Gálvez











LAGRIMAS DE AMARGURA

Madre bendita del cielo

Veo lágrimas de amargura en tu rostro

Derramándose por tus pómulos de plata y cera.


Lágrimas con el mayor de los desconsuelos

Lágrimas de ver a tu único Hijo muerto

Virgen de los dolores

Para ti todo son amarguras

Todo son sinsabores.


Treinta y tres años sólo tenía

El mejor de los nacidos

El mejor de los hijos.


Que siendo Dios se hizo hombre

Y con su ejemplo

Demostró lo que es humildad

La caridad y el consuelo.


Virgen Santa sólo amor Él predicaba

Y no entendieron

Virgen Dolorosa por dar

Nos dio a ti Madre de los cielos.


Y así hablaba “Madre ahí tienes a tu hijo”

“Hijo ahí tienes a tu Madre”

Virgen traspasada de angustia

Yo quiero consolarte

Y no encuentro palabras.


Él sí que las tuvo

Para dar sosiego a aquellas mujeres

Que viendo su tormento sollozaban

Y así les dijo “no lloréis por mí llorar por

vuestros hijos”.


Tú Virgen la más Hermosa, la Más pura

Que caminas tras la cruz

Sólo esperando su maltrecho cuerpo

Para poder abrazarlo sobre tu corazón

No hay para ti consuelo

No hay dolor ni soledad como la tuya

Virgen reina Él supo vencer la muerte

y con su ejemplo y sacrificio

Nos dio la vida eterna

Bendita seas por engendrarlo

Madre santa Madre nuestra.


Adelaida Díaz Gálvez