Poema de Ramón Alvarez














Soneto inspirado en la vida de

Ana María Cañibano Barrientos


La señora del poncho


Era dueña y señora de un cortijo.
Hoy, la recuerdo en aquel viejo huerto.
Un huerto que nunca estuvo desierto.
¡Un lucero del cielo lo bendijo!


Una tarde, la señora me dijo:
Siento que mi vida es un desacierto.
Soy mujer desdichada.¡No es incierto!
¡Entre llantos, su desdicha maldijo!


Vestida con su poncho de verano,
caminaba sola en la madrugada.
¡Hallaba en el silencio su guarida!


Fue madre y esposa...siempre entregada.
Nunca sus esfuerzos fueron en vano.
¡Mas la soledad presidió su vida!


Ramón Alvarez Jiménez