Ruth Álvarez Duque, poemas

Citas robadas


Fue en el clamor de un

deseo

espontáneo, salvaje

e ingenuo,

donde sin previo aviso

a mi corazón se le olvidó

el camino a casa de regreso.


Deleite, placer, fuego,

despilfarro de anhelos

colman mis citas robadas,

desgastando el intenso

cansancio sin llegar a repetir nuestros besos.


Una piel tersa un rostro

nuevo

ocupan por completo

mis inquietos pensamientos.


Eres el sol naciente de una

incipiente historia,

que va tomando forma

en el paisaje de mi vida.


Rompes la monotonía de las calles de mi existencia

que están aún vacías.


Amor, tú que caminas

por los senderos de los

preceptos, deberás saber

que en el juego de los

amantes,

la lógica reflexiva se ha quedado 

¡corta en su sustento!

Así como no existe noche sin día,

no hay bajada sin subida,

tampoco se puede atracar

a la vez en dos puertos.

Porque se quedará un 

corazón roto esperando un regreso.


¡Oh naturaleza divina!

¿Por qué me castigas dándole rienda suelta,

a pensamientos prohibidos?


Si estamos hechos de barro que es suave y fresco.

 ¿Por qué llenas mi cántaro

 de fuego

para que se consuma mi razón

y se esfume mi alegría?


No puedo luchar contra mi

interior

seguiré preso en tu boca

condenado en la cárcel de    

tu cuerpo.


Perlas oscuras

Tus lágrimas son perlas tan oscuras

que se confunden con la negra noche,

los sollozos se tornan en reproche

por una vida llena de locuras.

 

Su amor ávido va tras aventuras

dejando en otro lecho su derroche,

te desvaneces tras la medianoche

rota de tristezas y de amarguras.

 

Permite que tu corazón olvide

nuevos caminos se abren para ti.

¡Razonar o sentir! ¿Quién lo decide?

 

El amor y el rencor te

                   divide

derrota las dudas que

                  combatí.

¡Soy tu sensatez! deja que te cuide. 



Incertidumbre

Serenos caudales de

meditación avanzan

por mis turbulentos pensamientos.

A veces con sabor dulce,

otros tantos con sabor a

ajenjo o artemisia amarga,

que desdibuja los vértices

de mi calma.


Cascadas de sensatez

son mi brújula,

me indican que para casi

todo en la vida hay un

momento;

que aquellas cosas que

son incontrolables para

el ser humano,

deberán ser relegadas

a medida que pasa el

tiempo, excluidas de la mente ,

teniendo una actitud consciente.


Pues solo soy un títere

de la vida,

ya que juega con mi tiempo

me pierde, me encuentra y cuando caprichosamente quiere,

me muestra una salida;

para poder lograr ver

un día claro sin nubes,

sin melancolía.


Impertinente hado, 

muéstrame el camino 

que deberé seguir,

para conformarme con

mi destino;

que venga como venga,

deberé asumir.


Ruth Álvarez Duque es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.