Monotonía de un amor
Como si fueras un faro apareces
iluminando
un horizonte,
y
yo, postrado, cansado en mi naufragio,
navego
buscando la salida de tenerte
cuando
tus labios abandonan un océano
y
el mar
es
la culpabilidad de un amante.
En
la monotonía de sus olas encuentro el consuelo
de
no escuchar a tu voz
y
espero una noche de euforia, viento y arena,
para
evitar encontrarme con mi corazón arrancado
por
la luz de tu guía silenciada.
Cada
día es igual, no ocurre nada en esta infinitud de agua
hasta
que tú, de nuevo, tomas las riendas de tu alma
y
vuelvas al lugar
donde
nos besamos,
y
ahí, entonces, aparcas la distancia de nuestros cuerpos
para
despedirse con un simple adiós.
Manuel Jesús Garnica Corbacho es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.