Vegetación


Vida constante… de verde latir,
de animados duendes invisibles,
de camufladas y misteriosas
ninfas perfumadas.
Las nubes te acarician complacidas
agasajándote con el rocío, 
que tú muestras con alegre lozanía,
radiante desde la alborada
produciendo destellos, arco iris,
logrando apasionar,
concediendo frescura al alma.
Penetrar en ti es…soñar,
gozar de un paraíso henchido
de parajes sin palabras.
Es… escuchar una orquesta
de sonidos  teñidos, agradables,
el arpa la entona el viento
paseando entres ramas,
las aves se adjudican
trompetas y flautas,
en los arroyos, el agua
toca castañuelas alegres,
haciendo bailar a flores y plantas
que en ella se bañan,
las notas del violín suenan
con  la suave brisa
del atardecer y el alba,
oculto el piano, su melodía dispersa
en arboledazas y montañas.
Eres energía  constante
tu verdor es esperanza,
eres ejemplo de paciencia,
supervivencia y constancia.
Nos regalas tu belleza
cuando las flores te visten de gala.
Yo  te contemplo y admiro,
tú me fortalece el alma.

Pilar Villanueva Fernández