Ella



Ella, la más afable, dulce y primorosa flor,
como esas rosas que florecen con candor
era su pasión, con esmero la cuidaba.

Ella, deseosa de seducir, deslumbrar,
en su aurora se desarrollo, se adelanto,
quiso volar de la aurora al crepúsculo.

Ella, aun inocente, ingenua, irreflexiva…
de la vida fantasiosa tropezó, lloró, se hirió…
casi se acuso, por su dolor sufrió,

Ella… a ella le sirvió, percibió y reflexionó,
todo le valió, experimentó el sufrir,
estimó lo que cuesta corregir y asumir… 

Pilar Villanueva Fernández