Victoria Suéver, poemas

Desde mi ventana

Desde mi ventana veo pasar la vida.

Veo los rayos de sol en verano, y los jóvenes que caminan de la mano, se abrazan y se besan.

Desde mi ventana, muy pocos años veo caer los copos de nieve, y el suelo cubrirse de una espuma blanca inmaculada que da pena pisar.

Desde mi ventana veo a la gente que camina con premura por el frío,

hombres y mujeres cargados con bolsas de comida,

otros que caminan aprisa, se encaminan a sus trabajos,

ahora  casi todos en casa encerrados por la pandemia.

Niños antes saltarines que jugaban o  iban al colegio,

ahora ya ni eso.

Todo desde mi ventana,

porque no salgo,

y si lo hago es llena de esfuerzo y dolor,

con la sonrisa del buen actor,

que nadie sabe cómo es su vida tras el telón.

Dedicado a los enfermos de Fibromialgia y Encefalomielitis Miálgica (Síndrome de fatiga crónica). Publicado en la revista Afibrón.

Forma parte del poemario “Flores en la cabeza”


El teléfono no quiere sonar

Soneto al silencio

El teléfono no quiere sonar.

Tanto calor marchita mis violetas.

Ya mi cabeza gira cual veleta,

retumbando, no dejo de penar.

 

Ni los pequeños en la calle gritan,

ni el cartero llama hoy dos veces,

ni se escuchan los muelles de la cama,

ni los grillos dormidos resucitan.

 

Con luna llena Roma nos alumbras.

En el tórrido estío nos amamos.

Enfermos de amor, los brazos caídos.

 

Sin palabras marchaste, sin palabras.

Cual tambor de feria aquel verano,

tu silencio retumba en mis oídos.

Antología “La nave di Amleto”. “Essere e non essere della parola tra silenzio e poesía”.

Agosto 2022