Desde mi ventana
Desde mi
ventana veo pasar la vida.
Veo los
rayos de sol en verano, y los jóvenes que caminan de la mano, se abrazan y se
besan.
Desde mi
ventana, muy pocos años veo caer los copos de nieve, y el suelo cubrirse de una
espuma blanca inmaculada que da pena pisar.
Desde mi
ventana veo a la gente que camina con premura por el frío,
hombres y
mujeres cargados con bolsas de comida,
otros que
caminan aprisa, se encaminan a sus trabajos,
ahora casi todos en casa encerrados por la
pandemia.
Niños antes
saltarines que jugaban o iban al
colegio,
ahora ya ni
eso.
Todo desde
mi ventana,
porque no
salgo,
y si lo hago
es llena de esfuerzo y dolor,
con la
sonrisa del buen actor,
que nadie
sabe cómo es su vida tras el telón.
Dedicado a
los enfermos de Fibromialgia y Encefalomielitis Miálgica (Síndrome de fatiga
crónica). Publicado en la revista Afibrón.
Forma parte
del poemario “Flores en la cabeza”
El teléfono no quiere sonar
Soneto al silencio
El teléfono no quiere sonar.
Tanto calor marchita mis violetas.
Ya mi cabeza gira cual veleta,
retumbando, no dejo de penar.
Ni los pequeños en la calle gritan,
ni el cartero llama hoy dos veces,
ni se escuchan los muelles de la cama,
ni los grillos dormidos resucitan.
Con luna llena Roma nos alumbras.
En el tórrido estío nos amamos.
Enfermos de amor, los brazos caídos.
Sin palabras marchaste, sin palabras.
Cual tambor de feria aquel verano,
tu silencio retumba en mis oídos.
Antología “La nave di Amleto”. “Essere e non essere della parola tra silenzio e poesía”.
Agosto 2022