Siempre
Siempre hay una mujer que teje el silencio
cuando la soledad abruma,
atenta a espantar los pájaros,
toma mi mano, me lleva al banco cercano,
contemplamos al barrendero arrastrar castillos,
acaricia hojas que no serán mañana primavera,
Siempre hay una mujer
un silencio, una soledad,
donde poder contar gota a gota las hojas,
las estaciones, la primera llovizna,
cuando una mujer teje el silencio uno existe.
Charles Baudelaire
Qué
bandadas de pájaros estremecen tus tardes.
Dónde
se refugian tus temores
cuando
el viento arrecia
y la
lluvia no amaina.
Qué
recónditos parajes te abrigan y enaltecen.
Cuáles
astros se prenden a tu noche
que no
alcanzo a distinguirlos.
Qué
tiernas floraciones ven tus ojos
que mi
corazón no presiente.
Cómo
podrás imaginar la sepultura
donde
proyecto el día de mañana.
Cómo
arrullo la antorcha
para
que su fuego
no
sucumba en mi pecho.
En esta
hora los hijos duermen
y yo
restauro mi tristeza
con el
aire callado de la noche,
los recios
olores del día, las minucias,
los
rigores de la distancia.
Ahora
en la espera del ciberespacio
clamo
por una palabra tuya que estalle en la pantalla
y me
hable de Portuguesa, de la rutina de los días
en Río
Acarigua sin pretensión alguna.
Rafael Vilches Proenza es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.