Brunhilde Román, la obra poética que reafirma a un “indeclinable pájaro de luz”

La autora palentina, miembro de la UNEE, es profesora y traductora, y ha obtenido varios premios literarios

Brunhilde Román Ibáñez nació en Palencia donde vivió hasta los trece años. Desde entonces ha vivido en diferentes ciudades de España y en el extranjero. Desde hace ocho años reside en Madrid.

Licenciada en Filología Inglesa, Filología Hispánica y DEA en Antropología Social. Ha publicado artículos de antropología en la Universidad de Salamanca y ha sido ponente en dicha universidad y la Universidad de La Coruña.

En cuanto a su trayectoria poética, ha colaborado en un programa cultural de radio, participa regularmente en recitales y ha aparecido en varias antologías y diferentes publicaciones. 

En 2014 publicó su primer poemario "Dones del Viento" (Editorial Los Libros de Umsaloua), reeditado en 2015.

En 2017 ganó el Certamen "Mujer, Voz y Lucha" de la CGT.

En 2018 uno de sus poemas fue premiado en el concurso "Círculo Internacional de Narradores y Poetas del Mercosur".

Asimismo realiza actuaciones en las que une poesía y danza, dirige talleres y publica vídeos recitando poemas de "Tres Lecciones de Tinieblas" de José Ángel Valente en diferentes países. También es narradora oral.

Realiza correcciones de estilo y colabora en la elaboración de manuales de español para extranjeros y traducciones.

“A veces me despierto y soy José Ángel Valente, entonces me convierto en indeclinable pájaro de luz, otras veces soy Sócrates, el que inventó a Platón, o Platón, el que inventó a Sócrates. También tengo mañanas Calamity Jane, entonces cojo el fusil y disparo a gritos, o días Anne Sexton, en que mis versos me suicidan lentamente”, asegura la poeta.

“Cuando me despierto Gandhi medito y busco la libertad para todos los seres humanos, otros días me miro en el ojo de Alexandra David-Neel y veo la majestad del Himalaya. Por las noches, como Sacerdotisa de Inanna hago el amor bajo la luna. Y me divierto. A veces soy más Fausto que Mefistófeles, más cronopio que fama, y más Chiquito que Calzada. O al revés. Y en días como este no sé quién soy pero danzo desnuda. Y lo demás carece de importancia”.