Juan Tomás Frutos habló sobre la célebre escritora cartagenera dentro del ciclo "Grandes de la Región de Murcia"
Siguiendo con el programa previsto, el pasado 31 de enero se presentó la segunda de las conferencias programadas dentro del 1º Ciclo de Conferencias “Grandes de la Región de Murcia 2019”, organizado por la Delegación Sureste de la Unión Nacional de Escritores de España. “Carmen Conde, una pionera y polifacética escritora y poeta” fue el titulo con el que su ponente, el profesor y periodista Juan Tomás Frutos, adentró de manera brillante y cercana al público asistente a la vida y obra de Carmen Conde, personaje relevante de las letras españolas.
Dio comienzo el acto con unas breves palabras por parte del delegado regional Juan A. Pellicer, quien tras saludar y dar la bienvenida a los asistentes, así como reiterando el agradecimiento a David Castro, responsable de la Sala por su favorable disposición y colaboración, presentó al conferenciante; el ponente respondió agradeciendo a la dirección de la sala Ámbito Cultural por su acogimiento, así como también a “su delegado y amigo” Pellicer, recitando a continuación “Hallazgo”, el primero de los poemas de la escritora cartagenera que ofreció durante su intervención.
Quiso Tomás Frutos comenzar su intervención con una primera aproximación al personaje del cual reconoce “tenerle mucho cariño”. Habló de Carmen Conde Abellán (nacida en Cartagena, el 15 de agosto de 1907 – y fallecida en Madrid, el 8 de enero de 1996), la cual vivió una "historia intensa".
Como reseñó en un artículo de hace unos años fue una persona polifacética: poeta, prosista, dramaturga, ensayista y maestra española como se les llamaba, y considerada una de las voces más significativas de la Generación Poética del 27, siendo además la primera Académica de número de la Real Academia Española, desde 1979 hasta su muerte en 1996. Ana María Matute le sustituiría en 1998.
Otra de sus señas de identidad, según relató el conferenciante, se refiere a que en 1931, Carmen Conde fundó, junto a Antonio Oliver Belmás, su marido, la primera Universidad Popular. “Lo hizo, como no podía ser de otro modo, en su ciudad natal, en Cartagena”. Continuó contextualizando el ponente la figura de Conde aportando algunos datos biográficos de la escritora, comenzando por subrayar que la ciudad de Cartagena “ostenta el honor de tener, entre sus hijas por nacimiento, a una poetisa como ha habido pocas durante el pasado siglo XX”.
“Carmen Conde escribió prácticamente de todo, si bien destacó en poesía, y, muy especialmente, en Cuentos, Literatura infantil. A los seis años, se trasladó con su familia a Melilla donde vivió hasta 1920. Las memorias de esta época están recogidas en "Empezando la vida". Es una ciudad que le marca, y que ahonda en su amor por el mar, al que le tiene tanta devoción”.
Habló Juan Tomás de la intensa correspondencia que tuvo Conde con la poeta Ernestina de Champourcín, donde ambas reconocen la influencia en su poesía de Juan Ramón Jiménez), así como de Gabriel Miró, además de clásicos como Santa Teresa o Fray Luis de León. En 1927, conoció al poeta Antonio Oliver y formalizaron sus relaciones. En 1929, publicó Brocal, un libro imprescindible de poemas en prosa, con presencia de la naturaleza y cuyo tema es el amor
Continuando su exposición hizo un recorrido por la trayectoria de la poeta en los años posteriores. En 1933, se trasladó a Madrid, donde la autora mantuvo un ritmo “frenético, imparable y variado colaborando con periódicos nacionales como El Sol en el que se publicaron las Cartas a Katherine Mansfield y también con ediciones impresas hispanoamericanas.
Hizo un exhaustivo y ameno recorrido por los “años de Carmen Conde” los cuales calificó el ponente como de “mucho espejismo, mucho dolor”, siendo “una época de muchos claros y oscuros”. Continuando con el recorrido a la brillante trayectoria de la escritora, citó algunas antologías de Carmen Conde, llegando hasta sus últimos años y destacando que en 1987 recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por Canciones de nana y desvelo. “Murió en una Residencia de Majadahonda con un Alzheimer galopante”.
Aprovechó la ocasión el ponente para hablar también sobre la “herencia” de Carmen Conde a la que calificó como una mujer “rutilante, con una aureola singular. Nunca perdió la perspectiva de sus orígenes. Su amor por el mar, por el puerto, por sus gentes, por los entornos, por el flamenco, por la idiosincrasia, por lo intelectual… se hacía patente en todo instante en relación a la ciudad portuaria".
En 1992, Conde redactó su testamento legando al Ayuntamiento de Cartagena la totalidad de su obra literaria y la de su marido, creándose el Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver siendo este el organismo encargado de custodiar y difundir el legado de ambos escritores cartageneros”.
Finalizó su intervención recitando otro de los poemas de la escritora: “Amante”, cerrando su conferencia con una emotiva frase: “Sí, así es, permanece en el mundo, porque su obra, como suele ocurrir, en el caso de los inmortales, le supera”.
A continuación y como viene siendo habitual se dio paso a un animado y breve coloquio entre el público, que destacó la manera “pasional y afectuosa” del ponente en su exposición. Tras lo cual fue el delegado regional quien, poniendo en valor la labor que la Delegación Sureste viene desarrollando durante los últimos siete años a favor de la cultura de la Región, invitó a los asistentes a la siguiente de las conferencias.