Jardinera de sueños


Poema de Fortu Bitán

Para Manoli Sánchez, poetisa de sobria pluma y elegante prosa
que, limándole aristas a la vida,
transmuta, con gramatical alquimia,
el sabor amargo de la cotidiana adversidad
en dulcísima melaza de palabra y verso,
catarsis, al fín, del corazón que palpita
en el poema de cada día.

Donde posara el mar su beso enamorado,
la dura roca se amansa y adormece,
siembra salina la espuma de las olas,
EL PUEBLO sueña, mecido, columpiado,
rozando cielos sus muros engrandece
en un bailable rumor de caracolas.
Allí se afana tu mano en la tarea,
donde alivia la brisa sofocos y calores,
vierte la luna su luz amarfilada,
sobre la piedra muda que en siglos se recrea,
traduce en versos sus gozos y dolores
tu deseosa alma de todo enamorada.
Cómo crecen a tu sombra los Edenes,
frutos son que serán plantas frutales
tanto dar es suponer que mucho tienes,
jardinera de claveles y rosales.
Es tu vida un mare magnum de vaivenes,
sabor a sal en mala mar de tempestades,
desespinando rosas tus manos entretienes,
tejiendo versos, silencios, soledades.
Del pan del verso tu boca se alimenta,
la prosa el vino que embriaga tu garganta,
la musa el soplo que te habla y que te alienta,
y en ti el poema se aumenta, se agiganta.
Jardinera de sueños y fortuna,
que resuelves el llanto en flor y cera,
vas contando las estrellas una a una
cuando escribes a hurtadillas con la luna,
jardinera de sueños, jardinera.
Tenacidad de vida por tus venas,
circuito escarlata y caliente
donde transitan las risas y las penas,
caudal de sangre indómita y valiente
tiñendo en rojo las blancas azucenas.
Una explosión de silvestres amapolas,
una extensión de silvestres explosiones
rompen y estallan al ritmo de tus sienes
como las crestas merengadas de las olas
que en un torrente de marinas sensaciones
siembran la playa de de vida en sus vaivenes.
Y sube y crece al sonido de la vida
por la digna vertical de tu estructura
bajo el manto de ¿que Virgen redentora?
que te lleva, que te ama y que te cuida
con la humilde santidad de su ternura
a cada paso, cada día y cada hora.
Tus ojos duermen sueños de poetisa
por las templadas pupilas de Morfeo,
donde el alma se mece en el letargo
y el huracán más cruel se vuelve brisa,
jardinera de sueños yo te veo
endulzando en el sopor lo más amargo
con la placida actitud de tu sonrisa.
Un batallón de relámpagos hirientes
invade a veces los espacios de tu cielo,
que en el cáliz de lo incierto se debate,
corazón que naufragando entre corrientes
por hallar la solución al desconsuelo,
más se esfuerza, más se crece y más te late.
Pero un atisbo de sol en la tormenta
alumbra el claro amanecer de la bonanza
y da un resquicio de color al nuevo día,
te apacigua, te conforta y te contenta,
y resuelve la duda en la esperanza
de que tu credo sigue vivo todavía.
Quien pudiera, Manoli, quien pudiera,
en la humilde concepción de una poesía,
describir con plenitud tu vida entera,
donde siembra el amor su sementera
y pone panes y besos cada día,
jardinera de sueños, jardinera.....