Poemas de Romero de Buñol

Hoy...te voy a escribir

Hoy… te voy a escribir
el canto que la primavera
dibujo en la mañana para ti.

Un canto suave,
de perfume a mil flores…
si…
como ese aroma
que cuando me acerco a ti
nace de tu cuello,
ese perfume que hace que te abrace,
te respire…
y suavemente besé tu cuello.

Un canto
que habla de la mañana,
que habla del rocío
y habla de ti,
de tu frescura, de tu alegría
y habla de la música que suena
cuando atrapados entre los brazos
nuestros cuerpos se balancean juntos
como si fuéramos uno solo.

Si…
hoy la mañana me hablaba de ti,
sacaba poesía de entre los minutos
que murmuraban tu nombre,
tu aroma se esparcía por todos los sitios
y tus ojos,
si…
el azul de tus ojos despertaba la mañana
e iluminaba mi universo,
el camino que hay hasta tus labios.


Arde...

Arde…
hierve…
se agita incesamente el deseo
de la piel sobre la piel.
Tu movimientos pélvicos sentada sobre mi,
tu boca devorando mi lengua,
y mis manos acariciando tu acalorada fogosidad…
Arde…
hierve…
se agita incesante el deseo
de oler, morder, lamer tu dermis encendida.
Te agitas excitada sobre mi,
tu cuerpo se convierte en humedad
y mis dedos en placentero antídoto
a la enajenación de tu delirio.
Ardes…
y nuestros cuerpos se consumen uno encima del otro,
unidos por nuestros labios…
hallamos la rendición de la vida
en el éxtasis de un grito ahogado de placer.