Carmela Cuello Gijón, poemas

Prospecto para una adecuada supervivencia

1.- Coser los labios con hilo de seda. Debe quedar transparente  y limpio el pespunte. Sin hueco, para que no escape ninguna palabra.

2.- Colocar sobre las pupilas lentillas opacas.
3.- Guardar, cuidadosamente, el corazón en el cajón de la mesa. Se aconseja envolverlo en papel de aluminio.
4.- Aplicar suavizante en las neuronas, después de lavarlas con un producto neutro.
5.-Limpiar en profundidad los oídos con palillos de algodón absorbeconversaopiniones y purificar con tónico de pantalla protectora.
6.- Mantener los bolsillos vacíos para que las manos no encuentren nada.


Amo mi ciudad

Amo mi ciudad
Las calles sin tiempo
El agua
Silenciosa
Ausente el aire
La herida del sol
En los tejados
Los pasos solitarios
Tras la esquina
Los jirones del crepúsculo
En las azoteas infinitas

Amo mi ciudad
Su camino incierto
Entre el silencio
Y el grito
La piel desgarrada
En la Sierra Morena
La mirada
Detenida
Frente al muro de iglesias y espadañas


Axerquía norte

Vago
Por el borde
Curvo
De la tarde

La muralla
Húmedo horizonte
Ocre la luz
Infinito laberinto
Bajo mis pasos
De calles
Y nombres imposibles

La llaga
En los adoquines
Señala el itinerario
Y sus líneas divergentes
Incierto destino
Entre azucaques
Y aguas subterráneas…



El Estrecho
          
            Camino el desierto
Y
Encuentro el muro de agua
Inmenso horizonte
Tras la neblina
De  las olas
Me arrastran
Me llevan…
Entre la espuma y
La desesperación
…Mis manos…
Lejanas las luces
Pero tan cerca

El mar
Es oscuro
Y
No sé nadar…

En las  alambradas
Camisas blancas
Ensangrentadas

…El mar
Es oscuro

Y no sé nadar


Carmela Cuello Gijón está galardonada con el escudo de oro de la Unión Nacional de Escritores de España.