“El ilustre Quijotillo y Panza Ancha”, una versión infantil de la obra de Cervantes

El cuento, de Ana María Lorenzo, muestra los libros de caballerías desde una perspectiva contemporánea

“El ilustre Quijotillo y Panza Ancha” es un nuevo libro de la escritora aragonesa residente en Cantabria Ana María Lorenzo Gracia, miembro de la UNEE.

El texto infantil, según destaca la autora del prólogo y maestra María del Carmen López Pérez, nace con la “intención inequívoca de acercarse a un público aún preadolescente e incluso infantil; un mundo de niños que leen cosas que hacen los niños. Nuestro Quijotillo no es más que un chico cualquiera al que le gusta leer y tiene mucha imaginación. En este punto sería interesante que nos detuviéramos un momento a pensar: ¿Qué fue antes, la lectura o la imaginación?... ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? En cualquier caso, parece claro que la afición por la lectura parece traer de la mano el desarrollo de la imaginación, la curiosidad por descubrir el mundo y aprender cosas nuevas, como le ocurre a nuestro protagonista”.

López Pérez señala que con este cuento Ana María Lorenzo “invita a los niños a adentrarse en un mundo lejano y tal vez nuevo para ellos, como son los libros de caballerías, pero esta vez desde una perspectiva contemporánea, pues el Quijotillo es un chico actual que conoce las nuevas tecnologías. También se menciona una localización muy concreta, un poco alejada de la Castilla de su antecesor, en este caso Cantabria es el escenario donde se sitúa la acción y donde muchos niños pueden sentirse identificados en su cotidianeidad. Además de la contextualización, cabe destacar el vocabulario y expresiones utilizadas, donde se interrelaciona un lenguaje actual y coloquial con expresiones típicas de las primeras muestras de nuestra literatura, aportando un gran caudal léxico, ágilmente presentado, para que los más jóvenes puedan entenderlo”.

“Este relato-continúa el prólogo- comprende una serie de pequeñas aventuras que emulan las hazañas del personaje cervantino. Tal vez esta sea una buena manera de fomentar en los más jóvenes el gusto y la curiosidad por conocer a los grandes clásicos. Sin duda, los niños que hoy lean este relato, mañana podrán disfrutar con los textos de Cervantes y, quien sabe, tal vez estemos alimentando la imaginación de un futuro escritor”.