María Emilia Gutiérrez Contreras, poemas

No por mucho madrugar...

Quisiste con mucho apremio

llegarte hasta mi ventana

a dedicarme una copla

que supiera a mejorana.

 

Tal vez habías olvidado

que ayer te fuiste en silencio,

si otrora no pregunté hoy,

no me acuerdo ni pienso.

 

Decidiste con premura

volver haciendo tus cuentas

y al ver en mí indiferencia

no tardaste en dar la vuelta.

 

Fue tan grande el desencanto

que quedaste anonadado,

piensa otra vez si es mejor

 no ser tan apresurado.

 

Y como dice el refrán

que aunque el error es humano

“no por mucho madrugar

amanece mas temprano”.


Del poemario “Centón”


Resurrección

Dios nos ha enviado al Señor,

Su unigénito sagrado

Como regalo de vida

Expiando nuestros pecados.

 

El Hijo ha resucitado

Para consuelo del pobre,

No cometas sacrilegios

Ni mancilles dulce nombre.

 

No te golpees el pecho

Si tu obrar ha sido malo,

Cuando has sido indiferente

Al dolor de tus hermanos.

 

Loa y honra el sacrificio

Del que ha venido a salvarnos,

No arrojes la primer piedra

Y luego escondas la mano.

 

Si en Él crees y en Él vives

Pídele siempre perdón

Que los humanos erramos

Por obra y por omisión.

 

Volvió Él sobre sus pasos

Como una ofrenda de amor,

Ofrécele alojamiento

Y lecho en tu corazón.



La intrusa

La intrusa
La tristeza fue la musa
Que prohijó mi inspiración,
La intrusa que fue ocupando
Poco a poco el corazón.

Anonadó mi razón,
Nunca supe bien porque,
Se hizo mi amiga secreta
Y fue mi segunda piel.

Más con el paso del tiempo
La tempestad amainó,
Se fueron los nubarrones
Y la tormenta escampó. 

Ahora mirando al cielo
Intento contar estrellas,
Le guiño un ojo al lucero
Y saludo a la luna nueva.

Mis ojos solo contemplan
Estampas de maravilla,
Hoy la noche me acompaña
Mientras mi piel acaricia.

María Emilia Gutiérrez Contreras es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.