Las semillas en la mano


Poema de Fernando Fiestas

Lo que sucede tras reunir
las primeras semillas:
el estupor de verlas deslizarse
con el tacto del polen
entre los dedos,
su gracia original.

Sentirlos nueva música
con su calor de fe
en sensaciones tibias,
como todos los duendes inconclusos.

Son los momentos
de la respiración que se contiene,
trances irrepetibles
de los granos que luchan entre sí,
porque cualquiera puede
transformar el paisaje.

Con la conciencia
de los instantes únicos
y no dejarlos escapar.

Tenerlos siempre vivos,
presentes.

El calor de costumbre
que nos hace personas.

El hilo que no importa a nadie
de los recuerdos.