El pasado día 11 de junio se celebró la presentación de la
novela “Oliver Abbott y el misterio de la fábrica de caramelos” de Rosa María Romero Alises, en el Centro
Deportivo Sociocultural de la Armada de San Fernando (Cádiz) y organizada por
la Delegación Provincial de la Unión Nacional de Escritores de España (UNEE).
En primer lugar intervino Carlos Paz, secretario y encargado de los eventos del centro, quien
dio la bienvenida a todos, pasándole la
palabra a María Sánchez, delegada provincial
de la UNEE en la provincia de Cádiz y
madrina de ceremonias.
Sánchez, tras haber dado las gracias a todos los
presentes, empezó a contar como conoció
a la escritora y la relación que desde entonces les une. Continúo
centrando la atención en presentar y
analizar la novela desde varios puntos, señalando que se trataba de una narración
“fluida, sin exceso de detalles. La
historia es entretenida, fácil de
entender-dijo- totalmente apropiada para no aburrir a los niños y expuesta en
un escenario muy sencillo que junto con
la historia y la narración están perfectamente dibujados para entrar en
cualquier imaginación”.
El libro-como agregó Sánchez- nos “enseña a cerrar los
ojos y percibir olores que nos llevan a soñar. Nos abre la imaginación para
volver a ser niños”.
La presentadora recomendó la lectura de la obra, “ya sea
para los mayores que les guste soñar
como para los niños que tienen que leer libros interesantes y entretenidos para
adoptar el placer por la lectura y abrir su imaginación”.
La delegada provincial terminó leyendo la biografía de
Rosa María Romero Alises y le pasó la palabra para que explicara el origen de
la obra, las ilustraciones que se encuentran en la novela, de la ilustradora María Paniagua; en qué se había basado para escribir esta historia; cuál era
su propósito… qué quería conseguir con este libro; lo que le motivo para escribirlo…
La autora señaló que todo había empezado escribiendo un
cuento para su hija de 4 años, y dio las gracias a la editorial Círculo Rojo,
por el interés mostrado, a los familiares y amigos que la habían
arropado en esa “magnífica tarde”, y sobre todo a un público infantil “muy entrañable”
que no “perdía detalles” de la historia, en un salón adornado con detalles
infantiles que acogió tras la presentación una merienda para los asistentes.