No hay mitos


Poema de José Luis Benítez

El sentido de la conciencia
es la generación del caos.
- viajes, descubrimientos,
conexión, tres mentiras...
y el agujero del infinito-.
La temporal auto-destrucción
para un renacimiento del ser individual.
Es el fiel de una balanza que mide el contrapeso
de las acciones sin sentido de los hombres
por alcanzar el conocimiento,
obligados a peregrinar por el cuerpo de la materia,
hasta ahora,
sin entender los elementos de lo que está compuesta
(poca cosa si no se practica la dulzura).
¡Qué cordura!
El ser confrontado, encadenado a la cruda realidad
-aquella que tú te creas o no-
sin preparación suficiente para comprender 
su propia existencia desgarrada. 
Se debate como un héroe de pacotilla,
sin moverse de su silla
de la secuencia frecuencia
de un abismo generado por su propia incertidumbre.
¡No hay lumbre! ¡Ni relumbre!
Ni hilos que de él dependan
si no controla su energía...
cada día.
No se vuelve de nada, si no que se está en ello.
Los otros universos que no están en éste
tampoco están más lejos que la punta de la nariz.
Los sueña la dueña de la indeterminación,
que no es física ni siquiera cuantifica los hechos.
Da igual lo que se haga, da igual lo que se diga...
Siempre y cuando se siga la línea de la propia vida.
Desandar lo recorrido en falso.
Mas ello es imposible:
La alambrada eléctrica del paraíso reencontrado,
impide el salto al vacío.
Propia, propia, propia...
Esa es la ecuación indescifrable,
quizás salvable, o reciclable,
del hombre de corazón de agua.
Pretender explicar las cosas,
en un mundo claramente absurdo
para el observador impenetrable del misterio,
es matar la regeneración del Prometeo de turno.
Es la pérdida del poder de redención
-¡menudo juego!- de la piedra inerte.
¡No hay muerte!
La mente tropieza y habla provista de leyes simples
que sólo rasgan la superficie de ese arcano;
luego aclarar lo que en otros acontece, o se cuece...
resulta imposible de momento.
Y esa pretensión fatua
sobrepasa todas las fronteras impuestas
por la fabricación de la caca original.
Error de factoría que nos marca a todos...
En el ajedrez: fichas fuera, jaque o mate,
otra vez... partida: doble, triple, ...
el infinito te lo marca la conciencia de tu propia vida.