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Filiberto Montecinos |
De Chuma, proveniente del
topónimo aborigen de los aimara "Chuymaque", que significa
"corazón"; del lar de los escritores: Adela Zamudi, Augusto Céspedes
u Óscar Cerruto; del territorio de antiguas civilizaciones como los Tiwanaku y
de la Cultura Hidráulica de las Lomas; del estado plurinacional de Bolivia
asoma hoy nuestro protagonista Filiberto Montecinos Avendaño.
Eminente
personalidad es abogado, periodista y escritor. Licenciado en Ciencias
Jurídicas y Políticas por la Universidad Tomás Frías de la ciudad de Potosí y
por la Universidad Mayor de San Andrés. Su licenciatura en periodismo la
obtiene en la Facultad de Ciencias de la Información de Buenos Aires,
Argentina, y, a posteriori, un postgrado de especialización en Gobernabilidad,
Sistemas de Gobierno y Separación de Poderes en los actuales sistemas
constitucionales por la Universidad Castilla-La Mancha de Toledo, en España.
Filiberto
Montecinos Avendaño es catedrático de las siguientes materias: Legislación
Comunicacional, de Procedimientos Especiales y de Instituciones y Leyes. Ha
ejercido de auxiliar, actuario, juez y fiscal en la ciudad boliviana de La Paz.
En lo que concierne a su faceta periodística, destacar sus puestos como
reportero y redactor de radios: Universidad y Electra, de la ciudad de Potosí.
También en dicha capital, ha sido jefe de Redacción del semanario deportivo
"Azul y Blanco". Redactor de planta de "El Diario", jefe de
Cables del vespertino "Jornada", corresponsal de las revistas
ubicadas en Italia: "Cist News International" e "International
Tourist Press". Además es colaborador en otros diarios como
"Presencia" y "Última Hora".
Filiberto
Montecinos Avendaño ha sido también, congresista y conferenciante en países
como Cuba, España, Rusia, Perú, Argentina, Croacia, Túnez, Marruecos, República
Checa, Egipto... Es miembros de numerosas instituciones de prestigio
internacional. Entre sus obras publicadas, hacer mención de: "Amarguras y
alegrías", "diagnóstico de la Prensa Nacional", "De la
pobreza al éxito", "La construcción de lagunas en la zona de la
cordillera de Los Andes-depósito de agua dulce en el techo del mundo",
"Wayazanilaya: Pacha y la realidad andina", "Justicia
comunitaria y ordinaria", etc. Entre las condecoraciones con las que
cuenta, destacar: la de la alcaldía municipal de La Molina, en Lima, Perú. Del
Centro Cívico de Unidad y Progreso "Illimani"; la del Ilustre Colegio
de Abogados de La Paz...
Hablar de
Filiberto Montecinos Avendaño como escritor es deleitarse con su verso y con su
prosa, henchida de musicalidad, de verbo claro, de juego constante con la
metáfora, de hondo mensaje social y reivindicativo, amando siempre cada espacio
de su "Wuliwya" como mentaron los aimara al Estado boliviano. Es
enseñanza constante, emociones, vivencias, anhelos, canto perenne y evocador,
conciencia....
Concluyo este
modesto esbozo de eminente maestro, que es Filiberto Montecinos Avendaño, con
un fragmento de su obra: "Justicia comunitaria y ordinaria", la cual
lleva por título: "La medida del Derecho es la utilidad (mensura juris est
utilitas)". Dice: "El Estado debe planificar o impulsar la
construcción de obras de bien social o colectivo, ejecutando parte o la
totalidad de dichas obras con la participación de todos aquellos que cometieron
actos ilícitos incurriendo en delitos para los que tipifica la pena de trabajos
físicos, los que podrían ser cumplidos según la gravad de los hechos y grado de
peligrosidad de los delincuentes, ya en lugares próximos o alejados de los
centros urbanos y no premiar a estafadores, malversadores, actores de cohecho
pasivo o activo o delincuentes avezados que cometieron homicidios, robos,
asaltos, y otros, con un descanso prolongado con prediario incluido, aunque
mínimo pero apoyo económico en fin, si son influyentes son servicios que los
estafadores y víctimas no gozan en sus casas, pero los que delinquen, disfrutan
en ocasiones hasta de la asistencia de profesores de instrucción física, amén
de otras comodidades y un descanso largo, muchos de ellos que se hicieron
repentinamente ricos con fortunas mal habidas, apoderándose de recursos
estatales o de ahorros que eran el fruto de largos años de trabajo sacrificado
de los estafadores, asaltados o coaccionados. El abogado
Jesús Suárez Chimanacay sostiene en su artículo titulado: "Testimonio de
una vida" publicado en la revista "Mesopotamia Beniana" nº
5-2008 de Guayaramerín, entre otros conceptos, que "... el sistema
carcelario es una escuela donde se profesionalizan estos delincuentes en
complicidad con sus guardianes. Todos lo sabemos pero nadie hace nada. Vivimos
una anarquía disfrazada de democracia...".
"Las cárceles,
en lugar de ser centros de reinserción o rehabilitación social, en la mayoría
de ellas existe hacinamiento, promiscuidad y hasta prostitución, sin ser ajenos
en su interior a alcoholismo, la drogadicción y la violencia, además de que en
muchos casos se convierte en centros de perfeccionamiento de actividades
delictivas más sofisticadas, así como la organización de clanes de delincuentes
que ya actúan con mayor soltura que en hechos anteriores que les ocasionaron la
privación de libertad individual y luego se convierte para ellos en hábito o
costumbre la actividad delincuencial, que en muchas oportunidades hasta les
permite realizar fiestas ostentosas sin temor al comentario popular o de los que
les han arrebatado a sus allegados, de los huérfanos de sus víctimas o
simplemente de quienes los conocen.
La vagancia y la delincuencia, en muchos casos, son heredados de sus progenitores, los que incentivan, a sus hijos con afirmaciones como de que el que no entra en la cárcel no es del todo hombre o es preferible entrar en la cárcel que someterse a grades sacrificios laborales.
La delincuencia surge como emergencia de la pobreza, el vicio, la ociosidad, la falta de una acertada política gubernamental y por el deseo anormal de amasar más dinero por enfermedad mental por no tener una buena educación, la segregación social, sea de cualquier índole que fuera la misma. La comisión de actos delictivos no será frenada simplemente con la construcción de nuevas cárceles o centros de reclusiones o más estaciones de policía ni con la imposición de nuevas leyes por más de que ellas sean de última generación y que hayan tenido buenos resultados en algunos países más avanzados que Bolivia.
La inseguridad ciudadana solo será resuelta cuando se haya analizado con detenimiento, técnicamente, con seriedad, responsabilidad y sensibilidad humana las causas y los antecedentes que originan el surgimiento de la delincuencia como, por ejemplo, las separaciones y divorcios de parejas con hijos, que son muchísimos comprobables en los tribunales ordinarios, que originan conductas de resentimiento de los hijos hacia sus padres, hacia terceros y, en definitiva, reaccionan hasta contra la propia sociedad, impulsados por caprichos que no conducen hacia un ideal común que es fundamental para la generación de normas legales que tengan aceptación en toda la población. Las separaciones matrimoniales se originan por razones económicas, sociales, políticas, sindicales y actualmente por la influencia también de las telenovelas, principalmente en la conducta de los que componen la sociedad y no habrá disposición legal que remedie el conflicto generado por las frustraciones que confrontan, particularmente, los descendientes de los hogares destruidos si no existe una política estatal que remedie, que mejores la situación socioeconómica, política y de programación de los canales de televisión...".
La vagancia y la delincuencia, en muchos casos, son heredados de sus progenitores, los que incentivan, a sus hijos con afirmaciones como de que el que no entra en la cárcel no es del todo hombre o es preferible entrar en la cárcel que someterse a grades sacrificios laborales.
La delincuencia surge como emergencia de la pobreza, el vicio, la ociosidad, la falta de una acertada política gubernamental y por el deseo anormal de amasar más dinero por enfermedad mental por no tener una buena educación, la segregación social, sea de cualquier índole que fuera la misma. La comisión de actos delictivos no será frenada simplemente con la construcción de nuevas cárceles o centros de reclusiones o más estaciones de policía ni con la imposición de nuevas leyes por más de que ellas sean de última generación y que hayan tenido buenos resultados en algunos países más avanzados que Bolivia.
La inseguridad ciudadana solo será resuelta cuando se haya analizado con detenimiento, técnicamente, con seriedad, responsabilidad y sensibilidad humana las causas y los antecedentes que originan el surgimiento de la delincuencia como, por ejemplo, las separaciones y divorcios de parejas con hijos, que son muchísimos comprobables en los tribunales ordinarios, que originan conductas de resentimiento de los hijos hacia sus padres, hacia terceros y, en definitiva, reaccionan hasta contra la propia sociedad, impulsados por caprichos que no conducen hacia un ideal común que es fundamental para la generación de normas legales que tengan aceptación en toda la población. Las separaciones matrimoniales se originan por razones económicas, sociales, políticas, sindicales y actualmente por la influencia también de las telenovelas, principalmente en la conducta de los que componen la sociedad y no habrá disposición legal que remedie el conflicto generado por las frustraciones que confrontan, particularmente, los descendientes de los hogares destruidos si no existe una política estatal que remedie, que mejores la situación socioeconómica, política y de programación de los canales de televisión...".
Graciliano Martín Fumero es delegado permanente de Relaciones Internacionales de la Unión Nacional de Escritores de España
Artículo publicado en El Día, de Tenerife