Poema de Fortu Bitán
Si yo pudiera sentirte,
Dios mío, si yo pudiera,
sentirte en mi corazón
como una calida hoguera,
como una lluvia fecunda,
generosa y duradera
que haga revivir las flores
y una verde enredadera
sea mi escalera hasta el cielo
y la Tuya hasta la tierra,
y en un jardín infinito,
como eterna primavera
canten las aves sus trinos
y reciten los poetas,
y entre versos y cantares
un alba nuevo amanezca,
un sol grande de esperanza
y un universo de estrellas,
y que los niños sonrían
sin hambre, dolor ni penas,
henchidos de amor y gozo,
colmados de cosas buenas.
Si yo pudiera sentirte,
Dios mío, si yo pudiera,
sentirte dentro del alma
como una dorada siembra,
como una extensión de espigas
germinando por las eras,
granos de panes futuros
saciando bocas hambrientas,
consolando corazones
que por Tu amor desesperan
pensando que los dejaste
y te fuiste a otras esferas
donde los ángeles santos
con sus cantos te veneran.
Si yo pudiera sentirte,
Dios mío, si yo pudiera,
sentirte como a ese amigo
que con su amistad sincera
nos tiende siempre la mano,
y, en situaciones adversas,
su vida por nuestra vida
generosamente entrega,
y es nuestra sangre su sangre
corriéndole por las venas,
nuestros dolores, los suyos,
y nuestras penas sus penas.
Si yo pudiera sentirte,
Dios mío, si yo pudiera,
sentirte como se siente
a esa madre que nos lleva
nueve meses en sus entrañas
y en su seno nos calienta,
y en su vientre nos conforta
y de si nos alimenta,
y entre jadeo y dolores
por esa herida perfecta
nos hace llegar al mundo,
y luego, llora contenta.
Sentirte como se siente
el beso que nos sosiega,
cuando ya la noche oscura
se cierne sobre la tierra
y unas manos nos arropa
amorosamente tiernas,
y van meciendo la cuna
hasta que el sueño nos llega,
y la soledad se esfuma,
y la soledad se aleja.
Si yo pudiera sentirte,
Dios mío, si yo pudiera,
sentirte como la brisa
que sopla suave y ligera,
como el agua de una fuente,
pura, cristalina y fresca,
aliviando los ardores
de mi garganta sedienta,
como un reposado estanque,
como una playa serena,
como un oasis frondoso
todo lleno de palmeras,
y a la sombra de Tu mano,
sin mas dudas ni cadenas,
vivir con la certidumbre
de Tu bendita existencia,
y que esta melancolía
en gozo se convirtiera,
que esta pesadumbre mia
y esta cruz que llevo a cuesta
en Tu hombro cireneo
tornar leve y pasajera,
y decirte que te amo
y aunque nadie se lo crea,
gritar que alcanzar Tu amor
es mi continua tarea,
que es mi lucha cotidiana,
mi afan, mi vida y mi meta,
y Tu sabes que no miento
que conoces mi vivencia,
que ando siguiendo tus pasos
y que ando en pos de Tus huellas,
Tu bien sabes que no miento
aunque nadie se lo crea.
Si yo pudiera sentirte,
Dios mío, si yo pudiera......