Oda a la cebolla


Poema de Miguel Moreno Sánchez

A ti con tu abrigo invisible
de cera y cristal,
con tu humildad de hielo,
con el hambre que en tu enagua llevas
de todos los pobres que sueñan pan.
A ti, con tu esmerilado aire,
con tu congelado trigo,
con tu silenciosa voz,
con tu callado viento.

No hay ningún suspiro
tan apretado como el tuyo
ni existe ninguna queja escondida
tan transparente como el espanto
húmedo de tu lamento en flor.

Siempre, las berengenas anduvieron
pidiéndote tus ropas de fantasma,
tu vestido de espiritu.

Todas las manzanas,
las manzanas, todas
estuvieron y están, de ti enamoradas.

Cebra de vidrio infinito,
sagrario de la nieve,
rocío en cinta,
cristalenamorado de la lágrima.
Fantasma de las cerezas,
duende de las ciruelas,
fábrica de las estalactitas,
rencor de la miseria,
taller de los caminos de niebla,
luz encendida de los pájaros,
pomo de las lágrimas,
cielo diminuto.

Cuando te enamoraste del cuchillo
fuiste la mejor aprendiza de luna.

En ti se encierran
el idilio de las rosas,
el martirio de los claveles,
el poema de los lirios.

A las aulas te exalto.
A los académicos convoco
para que corrijan los diccionarios:
-. La cebolla inventó
   la palabra "escarcha" para el vocabulario.

Sin que se los llevase el viento,
tú demostraste
que se pueden construir
castillos en el aire.

Cebolla,
burbuja de los sueños del hambre,
aliento de la nieve.
El viento te vistió de cúpula.
En ti se empañaron, de todas las gafas,
los cristales.

Con las patatas
y los huevos de gallina
contraiste el humilde amarillo
matrimonio de la tortilla.

¡Ah, cebolla!
que lo sepan todos,
que no lo ignore nadie;
en ti resumiste
todos los dolores del aire.

Fuiste tú quien le dió cuerpo al agua
sobre la tierra.
Tú eres la élite de los cristales.