Cuando alguien se cruza


Poema de Fernando Sánchez Mayo

Qué bien sentir cómo la pasión que nos gobierna
siega y decapita de repente el alma inquieta
cuando un ignoto astro de luz cruza un instante
nuestro azaroso camino de trasiego y búsqueda.
Qué dicha percibir la alteración del latido
al ver un bello cuerpo que se acerca y confluye.
Qué gran favor nos presta esa faz al permitirnos
contemplar el campo de sus preciosos ojos.
El volátil afán del deseo se aposenta
y se entrega al aura de quien miramos y vemos
con un inagotable anhelo de posesión.
Qué extraño venial dolor advertir la violencia
de ese deseo llegar al galope pidiendo
el rapto de la excelsa destellante figura
que nos deslumbra con su soberbio resplandor.
Qué dulce decepción cuando al volver la cabeza
y detenernos a observar la esfinge que pasa
verificamos lo que perdemos para siempre.
Qué mal nos deja al momento la triste desdicha,
pero qué bien descubrir que aún seguimos vivos.