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Ya te llevaron al Cielo,
amiga, ya te llevaron
Querubes de blancas alas
refulgentes como el rayo,
volando por albas rosas
que conducen al Parnaso.
Cabalgan por las veredas
de los celestes espacios
cuatro corceles divinos,
cuatro divinos Pegasos,
cuatro Arcángeles poetas
en sus lomos van montados,
recitando de corrido
lo que tú les vas contando,
sus rostros de Serafines
hacen ver que se tornaron
en prosistas celestiales
de versos inmaculados.
Es tu recuerdo un consuelo
y tus poemas un canto
de sentidas emociones
que en tu alma palpitaron,
emociones que tu hilaste,
como cuentas de un rosario
hecho de fe y esperanza,
de amor, belleza y encanto,
las oraciones sencillas
no entienden de diccionarios
y las plegarias más simples
son las que rezan los Santos,
que la palabra sincera
no se adorna de boato,
así fueron tus poemas,
humildes, sencillos, claros,
cuando habla el corazón
guardan silencio los sabios.
Si en la tierra fueron versos
de amor, belleza y encanto,
hoy son versos celestiales
escritos desde lo Alto,
desde las altas estrellas,
desde los altos espacios,
donde Dios, cual Padre Eterno,
te arrulla en Sus tiernos brazos.
Ya te llevaron al cielo,
amiga, ya te llevaron.
Fortu Bitán