Querida Lala, te digo
querida porque es así. Yo te quería, era esa amistad de no estar colgada todo
el día a ti. Pero han sido tantos años, desde el primer día que te vi me caíste
tan bien, me dijiste me llamo Lala, te contesté tienes nombre de hada.
Y si que lo eras, me
diste consuelo, me diste bondad en tiempos muy duros para mi.
Platón decía: no es
necesario que la bondad se manifieste , sino que se deje ver.
Otro pensador dijo: Si
quieres hallar en cualquier lugar lado amistad, dulzura y poesía, llévalas
contigo. Y tu la llevabas y repartías a manos llenas.
Quiero darte las
gracias , por las tardes tan felices que he pasado en tu casa , en nuestras
tertulias poéticas ¡Que pena que todo tenga su fin!
Para ti se que nada
tiene ya fin, ya nada te impedirá seguir escribiendo. Se que el buen Dios te
tiene preparado ese gran libro inacabable. Te recordaré siempre pues yo te
quería.
Adelaida Díaz Gálvez