Cuando el rosa
algodón de feria
tiña los
almendros floridos;
cuando el
verde oliva de hierba
llegue a
pantanos y a ríos.
Cuando
amapolas de sangre
hieran los
campos abiertos
y albos claros
de luna
quiebren pena
en crisantemos.
Cuando el
blanco narciso
espeje su
llanto y su miedo.
Cuando el
silencio de eco
le grite al
oído te quiero…
Derramará la
poesía
flores malvas
como versos:
amarillos
girasoles,
morados
pensamientos…
Y llegará la primavera
sembrando
lirios y mañanas,
preñando en
verde los caminos
y resucitando
suspiros del alma.
Mar Marchante Ortega