Vaticinio

Antonio García Siles
Todo se cumplió como vaticinaste. Es más diría que tu predicción fue un aforismo. Comenzó con una fisura. Una grieta imperceptible que emerge en la cúpula del abandono. 

Escusas, malas argumentaciones, verdades a medias y miradas esquivas llegaron a formar un entresijo de fisuras tal, que la confianza quedó carcomida, pajiza y enferma. Me fue imposible convivir con  una extraña, nunca nos presentaron, no estaba incluido en ese protocolo absurdo que con tanta adicción llevabas a cabo. Como era de esperar el techo de la confianza se nos terminó viniendo abajo. Tenía que haberme dado cuenta el día que todo comenzó, el día que dijiste “voy a ponerme a dieta”.

Antonio García Siles