Temo que te sientas
fracasado, soy muy corriente
Me gusta que el azote de los vientos acaricie mi
rostro.
Beber el agua de los
riscos, comer el pan a grandes trozos
Compartirlo todo, el olor
a tomillo y romero
Y como adorno las flores
del suelo; no cortarlas: acariciarlas con los ojos.
Sentir que son como
mariposas de corta existencia
Pero prolongadas en la
retina de nuestra mirada; no me gusta ser juzgada
No juzgar a nadie y hacer
lo que me venga en gana.
A la hora que quiera tener
la libertad del que nada teme ni posee
Pasar de rollos y
embrollos; y de querer estar, en todos los cogollos
Prefiero los espacios
libres.
Jugar con las estrellas,
creer ver cometas; así que acéptame como soy
Más corriente de lo que te
imaginas, pero esto me llena de dichas
Y es que sólo preciso
compresión.
Veo tanto derroche de
miseria y dolores… sólo quiero buenas vibraciones
Carezco de ambiciones,
solo deseo amigos
Ellos todo esto lo
reconocen y me aceptan tal como soy.
Qué más puedo pedirle a
los dioses
Amor tuve hasta saciarme;
lo conservo para siempre
Como la sangre que tengo y
el corazón que me late.
Adelaida Díaz Gálvez