Androide


Tu puro afecto, parecido a un sentimiento,
que proporciona a mi alma, es tan aséptico,
que la pasión nos pasa siempre de puntillas
pues miedo tiene de tu amor bactericida.

Si al calor de mi besar eres alérgico
y has decidido suspender el tratamiento,
yo entonces quedo desolada por un día
de sequedad también abiertas mis heridas.

Tú te tienes que tomar esas pastillas
y poder poner en marcha tu organismo;
mientras tanto en mí se forman las postillas
por esperar que acabes tu cateterismo.

No me vas a dar mayor placer cutáneo
que aquel que viene indicado en el prospecto;
¡qué amor tan triste aunque seamos coetáneos!

Y es que la asepsia en el amor provoca mialgia
porque llegados a este punto no es correcto
que con tu abrazo se desate mi lumbalgia.

Laura Aguirre