Macedonia verbal


Tengo un pensamiento comprimido,
en un material compreso;
Mis manos extendidas
hacia un universo extenso;
Un pueblo, mientras calla, es o-primido;
cuando habla, lo hacen “o-preso”;
a veces, de tan presionados,
finalmente acaban presos.
Hay hombres de mirar torcido,
pero éste es tuerto.
Y una mente retorcida
es propia de gente “re-tuerta”.
Hay libros concluidos
con frases inconclusas;
soldados no lesionados,
que por eso son ilesos.

El chaval que está internado,
es un interno.
El reo que está recluido,
es un recluso,
si su culpa confiesa,
es reo confeso.
(¡Qué juego se trae el participio,
que hasta en italiano
al majado de ajo y piñones
que está “pestato”
lo llaman “pesto”!)
Dos mundos conectados
con palabras inconexas,
Un libro he imprimido
mientras en tu mejilla
un beso dejo impreso.
Si un trozo de un escrito he extraído,
es un extracto;
Si un judío se ha convertido,
es un judío converso.
Sumas de dinero invertidas
en proporciones inversas.
Que las glándulas secreten
no es un secreto;
mas lo que el rey decrete,
es un decreto.
Para el cargo es elegido
el presidente electo.
Y, por haber sido extinguidos,
hay animales extintos.
El zumo es exprimido
y el café, en cambio, expreso.
Y así con este poema
a mi modo yo, como el café,
me “expreso”.

Laura Aguirre