Poema de Carmen del Pino


A LA CONSTITUCIÓN
                                                                                
Arrojas tus semillas en zanjas de poniente,
y en oro fluido y dorado se ha visto
a tu fértil pueblo que, fundido en Cristo,
enaltece  a tu ley con un verso caliente.

Improvisando requiebros a tu inocencia
perfilabas, con entusiasmo amanecido,
sendas lejanas de años sin licencias
a ritmo de corazones desprendidos.

Hoy ebrios de ansias y requiebros,
al fervor de Patria que te ampara;
un pulso de Estado es tu gobierno.
¡Justicia al pueblo nos deparas!

Gozamos las quimeras que, bruñidas
cual álamos del camino en la ribera,
inventan esencias del alma enardecida;
ya que eres astro, en tu casta y tu señera  

La mejilla vehemente y encendida,
con un sueño largo de profeta,
“España”, cara arriba, enardecida,
que a la luz de un solo corazón, despierta.

Carmen del Pino (Carpino)