Poema de Alvaro Cordón











¡AY, FEDERICO GARCÍA!

Un estremecimiento,

de crepúsculo,

invade la Alhambra;

sombras de rosas bermejas...

descienden hasta Granada;

y ecos de reflejos grana,

con brisas de zambra,

el Albaicín canta.


Lágrimas de llanto de verde,

con brotes de amarga rabia,

solloza el Generalife.


Apaga el Genil su canto,

corta su curso el Darro,

el agua calla.


¡Ay, Federico García...

helada tu alma de poeta!


¡Ay, Federico García...

tu cálida poesía segada!


¡Ay, Federico García...

sin aliento, sin palabras!


Un silencio de carpa,

viste de crespones negros,

el aire... de España.


¡Ay, Federico García...

rumores... baladas...

poemas al viento...

palabras... palabras!


Alvaro Cordón