Poema de Isabel Oliver













CANCIONERO DE PAZ

(Endecasílabos)


Traigo en los labios y en el pensamiento

el mensaje de paz que dicta el alma.

Meciéndolo en los brazos como a un niño

paseo ante vosotros su palabra.


No tiene pastorcillos ni pesebre.

No hay mula, bueyes, reyes ni cometa.

Ni cuenta una historia milenaria

de frío, de traslado y de pobreza.


Tiene las manos firmes, preparadas,

para asirse al calor de otras tendidas;

-lenguaje de cristal estrepitoso-

rompiendo en mil añicos cada día.


Y quiere que este día sea otro

distinto del de ayer, donde la herida,

sane su cicatriz de mundo hundido

y los grillos entonen alegrías.


Sea esta la Navidad de la palabra

donde gane el poeta su batalla.

Sea la Noche Buena del propósito,

de la intención que en cumplimiento cuaja.


Sea la Navidad de la sonrisa

para el niño: que confiado crezca.

Para el joven: que acaricie el futuro.

Para el viejo: que un nuevo día vea.


Una canción de cuna orqueste el mundo

donde el error la solución acate.

Donde el trombón anule a los misiles

y la razón con la voluntad pacte.


Una canción entonen las culturas

donde el tambor entierre al sufrimiento.

y el clarinete y la dulzaina firmen

un edicto de paz y entendimiento.


Hagamos del deseo una gran fiesta

donde el día a la noche sustituya.

Donde suenen violines de Vivaldi

y las palomas canten aleluyas.


Quitemos las espinas a la rosa

y que los ojos sueñen primaveras.

Que rían cantarines los arroyos.

Hagamos del amor una bandera.


Hagamos un abrazo para el mundo

con las manos unidas en cadena,

y así, todos muy juntos regalemos

una ancha sonrisa a la tristeza.


Un cuenco de comida para el hambre.

Un trozo de humildad a la soberbia.

Mucha sabiduría a la ignorancia

y un poco de consuelo a la tragedia.


Sigamos al impulso complaciente

que un año más, nos trae por Noche Buena,

un canto de hermandad para los hombres

de buena voluntad sobre la tierra.


Isabel Oliver