Poema de Gaspar González Pina













OCASO

Vieja
Hoy te he visto
Las tres de la tarde, y un mendrugo de pan en tu mano,
en la otra, un trozo de caña sostenía tu paso.
Tu mirada triste y sola tropezaba en lo vano
--lágrimas derramadas en empañado vaso--.
Quizá hueles mal, tal vez tu genio sea abundante,
y falta de fortuna, tu lecho sea la calle
mientras tu boca pronuncia un Nombre Radiante
tan lejano de tí que se extingue en el aire.

Vieja
Hoy te he visto
y, no sé cómo te he mirado que, he detenido
el tiempo de mi alegría para adorarte.
A tí, que tal vez nadie te haya querido
ni reflexionado sobre la tez de tu frente.

Incierto recorrido te espera.
Sed en tu garganta. Silencio en tu boca.
Tal vez dicha para tí fuera
gritar en la calle como una loca
y preguntar al Cielo tus rodillas en tierra.

Vieja
Hoy te he visto
muy lentamente caminar.
Caña y mendrugo en tus flacas manos.
Una existencia para olvidar
en tu duro camino hacia el ocaso.

Gaspar González Pina