La estrofa se articula métricamente también como un espejo. Comienza con un verso de dos sílabas, sigue con otro de tres y así, en orden ascendente, hasta uno de seis. A continuación el conjunto sigue de manera descendente, hasta acabar de nuevo en un verso de dos sílabas. Hay que tener en consideración que no cabe la posibilidad de construir uno monosílabo.
Ríos ya ha escrito algunas composiciones con su nueva estrofa. Por ejemplo: Yo / no sé / si soy yo / el que no mira / desde el gran espejo / dorado y triste / o eres tú / en mí / vuelto. Visualmente también consigue un efecto con la originalidad de la que goza la elaboración.
No es la primera estrofa que registra el vate algecireño. De hecho, es la cuarta. También son de su autoría las denominadas Kif, Iuncus et ventus y Deyanira. Estas tres estrofas han sido destacadas de forma reciente en un estudio realizado por el blog especializado argentino Vademecum poético. Esta web se hace eco de las creaciones de Juan Emilio Ríos en un informe sobre estrofas de tres versos, junto con el tercetillo, el terceto medieval, la soleariya o el haiku.
Asimismo, la experimentación de Ríos con la lírica también quedó manifiesta en el libro Remontando el Nilo, del poeta y ensayista barcelonés José Mañoso. Este autor elaboró su poemario de forma íntegra con estrofas de nueva creación y dos de las que eligió fueron la Iuncus et ventus y la Kif.
Ríos ha acogido con sumo agrado la repercusión que están teniendo estas composiciones que ha inventado.