Poema de Laura Aguirre













GULA

He aquí un hombre-garganta

que por comer ya ni charla,

el ruido de su gran glotis

a todos nos acobarda

remasticando aquel bolo

alimenticio en su cara.

Él no discute, deglute,

y no trabajaba a no ser

a costa de su garganta.

Este glotón insaciable

y de gutural mirada

vive para engullir

incluso hasta haciendo gárgaras.

Ya no es glotonería

su descomunal batalla,

es ingeniería glotal,

pericia agroalimentaria.


Laura Aguirre